jueves, 6 de mayo de 2010

Ciencias Sociales







CRISIS REMECE A LA UNIÓN EUROPEA Y AL MUNDO

Grecia arriesga estabilidad del euro
Por: Raúl Ferrero Costa Jurista
Jueves 6 de Mayo del 2010

Para todos es triste que Grecia, que conjuntamente con Roma constituyen la cuna de nuestra civilización occidental, venga atravesando tan graves problemas económicos y financieros, al punto que ha removido a los países de la zona euro de la UE y amenaza a la moneda común, que ya se encuentra afectada por la crisis.

Lo peor es que todo hace pensar que no se trata de un país aislado, ya que a la crisis helénica le siguen los problemas de Portugal y en menor medida España, sin descartarse que en ese camino descendente se encuentren luego Irlanda y otros más.

Lo de Grecia es serio porque se trata de un país que no ha querido tomar conciencia de que el exceso en el gasto público, reflejado en su creciente déficit fiscal, lo estaba llevando a un camino de severa crisis sin posibilidades de superarla. Y ahora que está forzada a tomar duras medidas de austeridad, el pueblo no entiende cómo un gobierno socialista, encabezado por George Papandreou, de la dinastía del mismo apellido, exige reducciones significativas en el gasto estatal, lo que afectará los servicios que el Estado presta.

El déficit fiscal en el 2009 ha llegado al 12,7% del producto bruto interno (PBI) y en Portugal al 9,4% del PBI, así como en Grecia la deuda pública representa el 124% del PBI, mientras en Portugal asciende al 85% del PBI en el mismo año.

Si bien los países de la zona euro han decidido ayudar a Grecia, no consideran que sea justo para el resto de los que la integran tener que cargar con el costo de aquel que ha manejado su economía con dispendio, cuando la mayoría fue más prudente en el gasto y adoptó las medidas necesarias. Sin embargo, también han entendido que si no intervienen, las cosas resultarán mucho peores para todos.

Aunque es sabido que un país no puede quebrar, sino recordemos el reciente caso de Islandia, la insolvencia de Grecia podría tener el efecto de una bola de nieve sobre el euro.

Si algo ha demostrado la crisis financiera en EE.UU., la cual aún no ha terminado, es que si bien algunas medidas gubernamentales resultan arbitrarias e injustas, ellas pueden resultar sin embargo absolutamente necesarias. Así, hoy se acepta que el Gobierno Estadounidense debió intervenir el Banco Lehman Brothers en vez de dejarlo quebrar, hecho que contribuyó a que la grave crisis se profundizara.

Tanto lo aprendió el gobierno de Barack Obama que, cuando el Citibank estaba al borde de la bancarrota, intervino depositando cuantiosos montos de dinero fresco para salvarlo, contraviniendo los principios liberales que siempre ha enarbolado la nación del norte. Y la decisión ha demostrado ser la acertada, por cuanto ya recuperó 2/3 de lo invertido en ese banco y con ello contribuyó a salvar el sistema financiero.

Algo similar a esto último es lo que está obligada a hacer la zona euro con Grecia para evitar consecuencias mayores, a pesar de que principalmente Alemania (que ya aprobó una ayuda de US$30.000 millones) y luego Francia muestren desgano y hasta llegaron a pensar que Grecia debería ceder unas de sus casi 2.000 islas sin utilizar, para aliviar la carga que representará su rescate, que puede estar en la fabulosa cifra de los US$150 mil millones (cantidad curiosamente similar a la pérdida que ocasionó la quiebra del Banco Lehman Brothers). Queda claro que la ayuda europea no será suficiente y se requerirá de la participación del FMI para el reflotamiento griego.

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