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domingo, 22 de agosto de 2010
Religión
ESPECIAL. EL MES MÁS SAGRADO DEL ISLAM
Ramadán: ayuno de multitudes
Por: Miguel Ángel Cárdenas
Domingo 22 de Agosto del 2010
Es la fiesta ascética más colosal del globo, la que suscita tanto acciones de fidelidad al límite como mayores reacciones de incomprensión. El Ramadán conmemora uno de los actos sublimes del islamismo: la revelación del Corán al profeta Mahoma por intermedio del arcángel Gabriel.
La contundencia de la festividad provoca hipersensibilidad en el mundo. Este miércoles 18 de agosto Barack Obama reafirmó su apoyo a que se construya una mezquita en la Zona Cero de Nueva York, donde cayeron las Torres Gemelas por los ataques del 11 de setiembre (justo en esta fecha se celebrará el Eid al-Fitr: el último día del Ramadán). El proyecto ha generado críticas hasta del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. “Los musulmanes tienen el mismo derecho a ejercer su fe en EE.UU. que cualquier persona; el enemigo no es el islam sino los grupos terroristas como Al Qaeda”, refutó Obama.
Y es que el Ramadán -cuya fecha varía de acuerdo al calendario lunar- suscita fervientes coyunturas políticas. La India excarceló esta semana a 28 presos pakistaníes, incluso condenados por espionaje, como gesto de buena fe con su rival nuclear. En Gaza, el grupo radical Hamas, que gobierna el territorio, liberó a 100 reos, entre ellos miembros del antagónico Al Fatah. Los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán le declararon una tregua al Gobierno de Turquía por respeto a la fecha.
Pero también se atizan los combatientes más radicales. Este martes 17 de agosto se efectuó el ataque más sangriento del año en Iraq: 60 personas murieron por un atentado suicida en el centro del ejército de Bagdad.
EL SACRIFICIO ESPIRITUAL
La noción de sacrificio espiritual durante el Ramadán se torna perentoria. En el Medio Oriente, por ejemplo, 1.000 millones deben soportar un calor dantesco.
La portada del diario egipcio “Al Gomhuriya” fue incontrastable: “Es el inicio del Ramadán más difícil en años. Los precios se disparan, la electricidad está cortada y hace 42 grados”. Por esto, en el Líbano y Jordania se redujo la jornada laboral a 6 horas. Emiratos Árabes Unidos tuvo que emitir una fatwa (edicto) para que los braceros comieran si la temperatura los devastaba. En Gaza y Cisjordania se retrasaron los relojes en una hora para terminar más rápido el ayuno.
Pero esto es ínfimo en comparación con la situación terminal de Pakistán, que sufre las peores inundaciones de su historia. Ahí casi 165 millones de personas cumplen los ritos, pese a la advertencia de médicos como Ahmad Shadul quien señala que -sin defensas corporales- las epidemias arrasarán con más población. Hay 6 millones de personas en emergencia alimentaria. El líder religioso del país, Muneebur Rehman, pidió a los afectados nutrirse con urgencia.
TAMBIÉN ES COMERCIAL
Como en la Navidad, durante el Ramadán se medra económicamente. El Ministerio de Turismo de El Cairo dirigió una campaña para atraer a los jeques. Y el Ministerio de Turismo de Malasia lanzó el eslogan: “Un Ramadán con comidas, compras y otras actividades llenas de diversión”.
El mercantilismo ha abrumado a Indonesia, el país con mayor población musulmana en el planeta(tiene 200 millones de fieles). Y ya se habla de una tendencia “islam-pop”: con telenovelas escenificadas en Ramadán, comerciales para comprar regalos y organizar banquetes tras el ocaso, y programas de concursos millonarios sobre esta celebración.
La tecnología también se ha puesto al servicio de la ascesis. Este año se pusieron de moda las aplicaciones de Nokia, iPad y iPhone que ayudan a precisar la orientación hacia La Meca y facilitan los textos del Corán.
En tanto, hasta el deporte se ve influido. A comienzos de semana, el futbolista iraní Alí Karimi, apodado el “Maradona de Asia”, fue echado de su club por no cumplir con el ayuno cuando debía resistir partidos de 90 minutos, con 35 grados, sin agua. Distinta fue la actitud del muftí (jurisconsulto islámico) de Belgrado que le dio permiso a la estrella ghanesa, Aval Isah, para que bebiera durante los partidos de su club, el Estrella Roja.
Este es el Ramadán número 1.431 de la historia y -como en toda influyente celebración religiosa de muchedumbres- siempre tendrá posiciones conservadoras y reformistas.
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