lunes, 25 de octubre de 2010

Orientación y Consejería







ESTABLEZCA LÍMITES CLAROS A LOS CHICOS

Corrigiendo el actuar de los hijos

Lunes 25 de Octubre del 2010

Muchos padres se preguntan cómo reaccionar cuando sus hijos tienen comportamientos no deseados, es decir, se portan mal. Las dudas giran en torno a si es adecuado castigarlos o reprenderlos por actuar así. Los padres no se sienten seguros sobre cómo cambiar estas actitudes, sin apelar a la agresión física o verbal hacia los niños.

Valerie Hage, psicoterapeuta del centro Psicotrec, señala que es importante que los padres actúen antes que los hijos tengan una mala conducta. “No es necesario –indica Hage– castigar al hijo por un mal comportamiento. Si deseamos que una acción negativa disminuya o desaparezca, optemos por reforzar al niño –hablar o darle atención– cuando realiza actos positivos. Incluso podemos enseñarle un comportamiento alternativo y positivo, destacándolo cuando lo haga. De esta manera evitamos el castigo y, a la vez, incentivamos la buena conducta”.

Carla Ramos, psicóloga del nido Carambolas, propone dialogar y establecer pautas claras con los hijos como una mejor manera de evitar las sanciones.

“Los castigos o las llamadas de atención son vividos por los niños como una situación intensa y dolorosa; pues ellos sienten que junto con esa sanción hay una ruptura en el amor que los padres sienten por ellos, junto con la decepción de lo que se espera de su actitud”, dice Ramos. Señala que los padres deben hablar con los hijos de lo que les está permitido hacer, establecer límites claros y coherentes con la dinámica familiar y su edad; así sabrán lo que significan los parámetros. “Los límites son una muestra de cuidado necesario para vivir en mayor armonía y el marco de estos, en cada familia, se va construyendo con las situaciones que se presentan en el día a día”, concluye.

PARA TENER EN CUENTA

No los amenace

La psicoterapeuta Valerie Hage señala que utilizar la crítica y la agresión física y verbal en los hijos trae consecuencias negativas en la relación familiar, pues lleva al niño a sentir temor hacia sus padres y afecta su autoestima.

Tampoco es adecuado amenazar a los niños con quitarles necesidades como la comida o el cariño. Evite expresiones como: “Si te portas mal, no te voy a querer”.

La psicóloga Carla Ramos indica que es útil conversar con el niño, describir su conducta negativa, preguntarle qué le sucede –si está en edad para responder– y, tras esa muestra de empatía, recordarle el límite. De ese modo el niño está más dispuesto a aceptar la observación.

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