miércoles, 30 de marzo de 2011

Orientación y Consejería



NIÑOS PUEDEN IMITAR CONDUCTA DE LOS PADRES

No discuta frente a los hijos
Miércoles 30 de Marzo del 2011

Hasta cierto punto es natural que en la vida de pareja surjan desacuerdos y algunas discusiones entre los padres. No obstante, cuando estas son constantes, se debe tener en cuenta la influencia que pueden tener sobre los hijos. Muchas veces, estas discusiones son presenciadas por los chicos, lo cual es perjudicial para ellos. Los adultos deben tratar, por muy difícil que pueda ser, que los chicos no se vean involucrados en las discusiones.

“Lo óptimo es que los desacuerdos de los padres no se ventilen en presencia de los hijos. Si hay algo que discutir, los padres deben procurar dialogar y no llegar a gritos, maltratos u otras situaciones conflictivas”, explica María Isabel Cifuentes, directora de Salud Mental de la Asociación Taller de los Niños.

Cifuentes indica que discutir frente a los hijos trae consecuencias a corto, mediano y largo plazo. “En el corto plazo, los niños, dependiendo de la edad, van a tener diferentes reacciones. El temor y ansiedad pueden incrementarse a medida que los conflictos se mantienen e intensifican. En los hijos más grandes podría generarse el temor a perder a los padres. Asimismo, a mediano y largo plazo se pueden dar situaciones de bajo rendimiento escolar, cuadros de ansiedad o enfermedades psicosomáticas [gripes, dolor de barriga], problemas para dormir, entre otras consecuencias”, observa Cifuentes.

Uno de los resultados más graves que destaca la especialista es el aprendizaje que pueden tener los chicos de las situaciones de conflicto entre sus padres. “Por imitación, aprenden que las relaciones de pareja incluyen las discusiones, situaciones que posiblemente repitan cuando sean grandes, en sus propias relaciones”, finaliza Cifuentes.

PUNTO DE VISTA


Evite perder el control


En todas las parejas existen conflictos porque cada uno tiene sus propias opiniones, personalidad y valores. El problema no son los desacuerdos, sino la forma como los solucionamos. Algunas parejas se abruman y pierden el control, otras involucran a los hijos sin tener en cuenta las heridas emocionales que pueden ocasionar.

Los niños aprenden lo que viven y si deja que sean parte de la escena, estará contribuyendo a la formación de un futuro promotor de conflictos. Si está acalorado en la discusión, salga de la habitación, dé una vuelta y regrese para retomar el tema con serenidad y tolerancia. Escuche, evite oír solo sus propios argumentos que lo hacen responder a la defensiva.


MARÍA INÉS GUTIÉRREZ. PSICOTERAPEUTA FAMILIAR

PARA TENER EN CUENTA


No involucre a los hijos


Si el niño pregunta a sus padres sobre las discusiones, estos deben tomarlo como una alerta sobre lo que sucede en casa. Ellos deben explicarle al menor que tienen ciertas diferencias de opinión y que no se ponen de acuerdo, pero que lo solucionarán conversando, recomienda la psicóloga María Isabel Cifuentes.

En los conflictos de pareja, los hijos deben quedar fuera. No deben estar presentes ni escuchar discusiones. Uno de los errores que cometen los padres es encerrarse en su cuarto para gritarse, sin considerar que su hijo está tras la puerta. Si la situación es incontrolable, busque ayuda de especialistas que permitan encontrar un espacio de escucha controlado.



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