PUNTO DE VISTA
El infierno de Dante
Por: Rolando Arellano Dr en Márketing*
Como todos saben, en “La divina comedia” Dante Alighieri hace una descripción muy detallada del infierno conforme desciende en él. En algunos de sus círculos coloca a los ladrones, en otro a los asesinos, en otro a los mentirosos y así de acuerdo con la gravedad de los pecados. Pero habla también de un grupo especial a los que no se les permite siquiera el ingreso al infierno, tampoco al cielo: los que cometen el crimen de la tibieza. Flotando por allí y atacados permanentemente de una manera que no vale mencionar, se encontrarían los que debiendo actuar prefirieron no comprometerse. Allí estarían todos los que pudiendo ayudar a alguien en peligro miraron a otro lado, y aquellos que en lugar de decidir se lavaron las manos.
No es mi intención ser duro con quienes piensan votar en blanco, pues yo mismo he pensado en hacerlo, ya que desde un punto de vista personal es correcto no elegir si ningún candidato nos convence. Sin embargo, viéndolo socialmente, creo que actuar así no es justo ni equitativo para con nuestros conciudadanos o nuestras familias.
Si existiera la opción de que nadie sea electo, nuestro voto en blanco o viciado sería una elección válida. Pero, ahora, cuando quizás un único voto ciudadano definirá quién manejará el país que recibirán nuestros hijos, ¿no es poco solidario dejarle a otros toda la responsabilidad?
Vote entonces por cualquiera de los dos, pero, por favor, vote por alguien. Por el mal menor, si su posición es negativa, o por el que sea un poquito mejor, si su duda es positiva.
Si no vota, será tan responsable como los que sí eligieron de todo lo malo que pase con el nuevo gobierno, pero, a diferencia de estos, no tendrá ningún derecho moral de criticarlo o controlarlo.
Votar no es solo un derecho, sino también, y sobre todo, una responsabilidad. Acuérdese de Dante.
(*) Centrum Católica. Arellano Márketing, Investigación y Consultoría
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