martes, 23 de agosto de 2011

Ciencias Sociales






PUNTO DE VISTA

La crisis: ocho reflexiones

Por: Juan José Marthans Economista*
Martes 23 de Agosto del 2011
Primera, la descomposición en materia económica-financiera tanto de EE.UU. como de Europa y Japón estaría llegando a su punto de inflexión final. Estos, que explican no menos del 50% del PBI mundial, hoy constituyen un bloque recesivo. El desarreglo de setiembre del 2008 nunca pudo revertirse seriamente.
Segunda, China no será la solución. Esta economía orienta casi el 50% de su exportación anual al bloque causante de la crisis. Tendrá que ajustarse también. Si esta economía no crece al menos 8% al año, se verá en la incapacidad de absorber la nueva mano de obra que cada año incorpora a su mercado laboral. Problema serio.
Tercera, para evaluar el deterioro del desempeño de la actividad económica internacional no se requiere un conjunto complicado de indicadores, basta con evaluar la evolución diaria del precio internacional de la onza de oro. A más grave la crisis, más alto el precio del oro.
Cuarta, la probabilidad de que el dólar, tal y cual lo conocemos hoy en día, sobreviva a esta crisis es cada vez menor. A futuro, podríamos estar entre el patrón oro y una unidad de cuenta que refleje el valor ponderado de las principales economías. Cuidado, EE.UU. es una de las economías con mayor reserva de oro en el mundo.
Quinta, instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, Basilea –pasando por clasificadoras de riesgo internacional– son entidades realmente obsoletas. Es necesario un cambio en su gobierno y funciones.
Sexta, el Perú dispone de oro y plata. Es la mejor noticia dada nuestra condición de importante productor mundial y la necesidad de refugio de los agentes globales. El impacto general de la crisis no debería ser tan grande para el Perú como para otras economías emergentes.
Séptima, una peculiar oportunidad de compra estaría planteada por la inevitable caída del valor de muchas empresas comerciales, financieras y productivas ubicadas en el epicentro de la crisis global. Grupos empresariales peruanos y latinoamericanos deben prepararse para aprovechar este hecho.
Octava, un plan de contingencia es urgente. Si se hace, necesariamente debe ser concertado entre el Gobierno y el sector privado. No hay alternativa. En ese contexto, el Perú debe minimizar el costo social de un posible impacto, acelerar sus reformas estructurales, gestar una política contracíclica a nivel fiscal, reorientar su oferta exportable y evitar un sobreinflujo de capitales especulativos. Menudo reto.
(*) PAD – Universidad de Piura.

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