miércoles, 10 de agosto de 2011

Orientación y Consejería





LA CONDICIÓN DE SUPERMAMÁ

Cuando se debe tener todo bajo control

Miércoles 10 de Agosto del 2011
Aunque en el pasado una madre que se preciara de serlo debía estar únicamente en casa al cuidado de sus hijos y de su esposo, en la actualidad, esa imagen de mujer sumisa está desfasada.
Pilar Raffo Lavalle, psicoterapeuta psicoanalítica del Centro de Atención Psicosocial (CAPS) nos dice que debido a los cambios en los roles de género de las últimas décadas las mujeres hoy no son valoradas por el solo hecho de ser mamás.
Esta situación, explica, “ha desembocado en el surgimiento de la supermamá; es decir, las mujeres que al trabajar fuera y dentro del hogar sienten la presión social de cumplir perfectamente en los dos ámbitos”.
Así, la supermamá tendrá que levantarse temprano para preparar la comida, ponerse linda para ir a trabajar y al mismo tiempo ocuparse de que los hijos estén listos para ir al colegio. Se concentrará en su trabajo pero llamará para ver si las cosas en casa están en orden, regresará presurosa para acostar a los hijos y terminará agotada al final del día. Y si tiene pareja, debe además procurar no abandonar al esposo.
Ya sea madre soltera o casada, por lo general, es la mujer quien lleva la carga de las responsabilidades del hogar. En este grupo también se encuentran las supermamás que se dedican totalmente a la crianza de sus hijos. “Sus energías van dirigidas a su responsabilidad de ser madres, tienen un afán de perfección y como es difícil que todo salga como ellas quieren, terminan sintiéndose insatisfechas y eludiendo el apoyo de los demás”, dice.
El querer tener todo controlado y perfecto, desde su vestimenta, su físico, el trabajo, su casa e hijos, muchas veces le causa estrés, tensión, permanente estado de impotencia, agotamiento, agobio, mal humor y culpa por la sensación de que las cosas nunca están como debieran. Ello, a su vez, la hace entrar nuevamente en el círculo vicioso de intentar hacer todo perfectamente, explica Raffo Lavalle.
PARA TENER EN CUENTA
La exigencia de ser supermujer y supermamá trae como resultado frustración y soledad, ya que no suelen conversar de estos sentimientos, lo cual las puede llevar a enfermarse física y emocionalmente, desencadenando cuadros depresivos.
Además, esta situación podría afectar también la vida de pareja y a los hijos, al hacerlos sentir que no son suficientemente buenos para su mamá o esposa, dice psicoterapeuta del CAPS Pilar Raffo.

PUNTO DE VISTA

Madres perfectas

Por: Adhara Ampuero Sala Psicóloga clínica
Miércoles 10 de Agosto del 2011
Cuando pensamos en la madre ideal, generalmente recurrimos a la imagen tradicional que nos trasmiten los medios de comunicación: la madre sacrificada, que da todo por sus hijos y que posterga sus deseos o aspiraciones.
A pesar del cambio del rol femenino y la posibilidad de realizarse en otros ámbitos de su vida, este estereotipo permanece en la mente de las mujeres y puede crearles sentimientos de culpa si se dedican a otras actividades que se relacionan con su crecimiento personal.
Equilibrar los diferentes aspectos de su vida con el rol materno no es fácil. Tome aire y recuerde que hace el mejor esfuerzo. No olvide que las madres perfectas solo existen en los comerciales.

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