viernes, 16 de septiembre de 2011

Ciencias Sociales






ESTADO DE DERECHO Y CARTA DEMOCRÁTICA

El compromiso de los ex presidentes

Por: Raúl Mendoza Cánepa Abogado
Viernes 16 de Setiembre del 2011
El 11 de setiembre del 2001 es una fecha emblemática: todos recuerdan el ataque suicida y letal de Al Qaeda en Washington y Nueva York. Los atentados impidieron festejar a plenitud un acuerdo trascendental para el continente: la firma de la Carta Democrática Interamericana. Esta carta, promovida por el Gobierno Peruano, consagra el principio de defensa hemisférica de la democracia para propiciar la acción colectiva en casos de flagrante interrupción democrática. Vale decir que el preámbulo de este documento es la resolución 1080, de junio de 1991.
La carta tiene un valor ético y político, pero escasos mecanismos para darle incidencia y ese es un tema sobre el cual hay que trabajar. Un paso importante lo dio la semana pasada el Centro Global para el Desarrollo y la Democracia, al anunciar la creación de un observatorio latinoamericano democrático, lo que debe redundar en alertas tempranas que contribuyan a un mejor conocimiento de la situación de la democracia y los derechos humanos en nuestros países. Alejandro Toledo y un grupo de ex presidentes han asumido el reto de ser vigías permanentes de la coyuntura regional. Para tal fin será necesario fundar una unidad de seguimiento de situaciones y construir una red de organizaciones de la sociedad civil destinada a dos fines: describir, analizar y hacer prospectiva de los procesos políticos y sociales así como generar corrientes de opinión crítica en el hemisferio sobre determinadas prácticas concretas.
La decisión de los ex gobernantes, además, trasciende, en tanto el acuerdo se patentó en presencia del secretario general de la OEA. Conviene que la OEA tenga claro el panorama y que se generen sólidas corrientes de opinión a nivel continental contra aquellos actos que vulneran el Estado de derecho, la libertad de expresión y la democracia desde México hasta la zona más austral de Chile. Los despropósitos de algunos gobiernos autoritarios no deben quedar libres de un juicio intracontinental a nivel de opinión pública. La mejor incidencia que el centro global puede lograr en este menester no es solo crear impacto y acciones en la OEA sino también en la prensa, la academia, los jueces, las instituciones y la gente. Las corrientes de opinión y el análisis crítico bien fundado y difundido con amplitud en los medios son buenas herramientas para combatir cualquier embate totalitario. Bajo esa lógica, los medios, los opinantes, los partidos, la calle, deben hacer fuerza para defender y promover los derechos humanos, la independencia de poderes, el pluralismo democrático y el Estado de derecho allí donde se vulneren.
Promisoria la reunión de ex presidentes por sus compromisos y porque, además, de ella emergerá una escuela de líderes democráticos, tan necesaria para que los liderazgos futuros se basen en el diálogo, las certeras decisiones, el manejo de las crisis, la buena comunicación, la tolerancia, el apostolado político y la verdad. Que así sea.

No hay comentarios: