ENTREVISTA. JUAN ÁLVAREZ VITA
“Por naturaleza el hombre tiene una fuerte dosis de intolerancia”
Por: Eldy Flores Tello
No hay desarrollo cuando se tiene hambre ni cuando se agrede el medio ambiente. No puede haber diálogo cuando se descalifica al otro solo porque no es como uno. Es lo que piensa el embajador Juan Álvarez Vita, recién llegado de Indonesia, donde culminó su misión diplomática, y que hoy reflexiona sobre el país y el mundo con motivo de la celebración del aniversario 25 de la Declaración del Derecho al Desarrollo, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 4 de diciembre de 1986, en cuya redacción participó junto con17 expertos de otros países; y del aniversario 63 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada el 10 diciembre de 1948.¿Cuál es la contribución de la Declaración del Derecho al Desarrollo?
Ese documento es el más importante después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cobra especial vigencia y actualidad porque habla de los derechos que la persona humana tiene, pero también de los derechos que los pueblos tienen. Y es el antecedente de todo lo que conocemos como participación popular.
¿Cuánto se ha avanzado desde que se adoptó esa declaración?
Recuerdo que cuando se presentó mi libro “Derecho al desarrollo”, el primero sobre el tema en el mundo, en 1986, el politólogo y actual director de El Comercio, Francisco Miró Quesada Rada, dijo: “Esta declaración significa que el mundo necesita un cambio”. Lamentablemente, hasta el día de hoy los cambios son relativamente pocos. El mundo no se ha desarmado sino que se sigue armando. La justicia social está lejos todavía de ser aceptada. En participación popular sí se ha avanzado mucho. En el Perú tenemos incluso la institución del referéndum.
¿Qué aportó usted en la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo?
Señalé que los dos grupos principales de derechos humanos funcionan como si fueran vasos comunicantes y si se produce un desequilibrio entre ellos, la sociedad se queda sin soga y sin cabra.
¿Cuáles son esos derechos?
Los derechos civiles y políticos por un lado y por el otro los derechos económicos, culturales y sociales. Una sociedad puede tener derecho a participar en los destinos del país a través de votaciones libres, pero si no goza del derecho a la alimentación, salud y educación, no tiene las condiciones necesarias para ejercer plenamente los derechos civilesy políticos. Las personas con hambre no están en condiciones de ser absolutamente libres. Es por eso que los derechos humanos tienen un componente esencial, que es el establecimiento de la justicia. Si hay justicia, habrá desarrollo. Si hay desarrollo, habrá paz. Si hay paz y desarrollo, eso no lo podemos desvincular de la protección del medio ambiente.
¿Qué tan lejos está el desarrollo en el Perú, teniendo en cuenta los recientes conflictos por la minería?
Lamentablemente, en el Perú nos falta desarrollar un poco más de conciencia e ir dejando de lado la desconfianza enorme que tienen muchas poblaciones. Es muy difícil tener una negociación colectiva cuando hay dosis varias veces centenaria de desconfianza entre las poblaciones locales y los empresarios para las inversiones mineras. Por otro lado, no podemos olvidar que una política empresarial tiene que defender el medio ambiente. De lo contrario estaríamos haciendo una antítesis, diciendo que fomentamos el desarrollo, que en el fondo no es tal. Si se viola el medio ambiente, no hay desarrollo.
¿Qué países han alcanzado el desarrollo?
Las protestas de los ‘indignados’ en diferentes partes del mundo indican que también en los países llamados desarrollados hay capas de la sociedad que están lejos de tener un nivel adecuado de vida. En muchos de ellos coexiste el desarrollo junto con el subdesarrollo. Esto nos obligará a replantear si es acertado o no llamar desarrollados a ciertos países.
¿Cómo ve la relación entre Oriente y Occidente?
Hay un enfrentamiento cada vez más fuerte entre Oriente y Occidente. Entre el cristianismo y el Islam. En realidad no tiene explicación si se tiene en cuenta que ambas religiones adoran al mismo Dios y son religiones de paz. Al haber visto muchas culturas, por mi tarea diplomática, puedo comparar y ver con cierta pena que lo que está pasando, por ejemplo, en Europa es una regresión a tiempos casi medievales, persiguiendo a personas, por considerar que valen menos, haciéndoles daño y violentando sus convicciones.
¿Cómo se adquiere la tolerancia?
Creo que por naturaleza, el hombre, el ser humano, tiene una fuerte dosis de intolerancia. No acepta lo que el otro es. Entonces tenemos intolerancias religiosas, lingüísticas, de género o de cierto tipo de escogencia sexual. Esto es muy difícil si se combina con lo religioso. Si hay algo de intolerancia que se base en lo religioso, es muy difícil de liquidar, de eliminar. Porque lo religioso no se puede negociar. Son valores y no hay forma de que se puedan cambiar. Eso lo vemos con claridad en Europa, la intolerancia hacia los islámicos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos habla de la dignidad del ser humano. ¿Cómo la define usted?
Esta es una de las preguntas más difíciles que pueda haber. En qué se basa la dignidad que el ser humano tiene. Para una persona de religión cristiana o islámica o judía es muy fácil, Se basa en la Biblia y en el Corán. La narración es la misma. Que Dios creó al hombre del barro de la tierra y lo hizo a su imagen y semejanza. De esa alma hecha a semejanza de Dios proviene su dignidad. Conozco muchos ateos que no aceptan eso. Por eso el texto de la Declaración Universal no define qué es la dignidad, sino dice que se tiene dignidad por el hecho de ser humanos.
¿Cuál es la diferencia entre declaración y convención?
Una convención es un acuerdo internacional. Para que sea obligatorio tiene que estar aprobado por las autoridades locales, dependiendo de la legislación interna de cada país. Y adquiere inmediatamente fuerza de ley para efectos internos. La Convención sobre los Derechos del Niño, por ejemplo, es ley interna del país. Una declaración no tiene esa misma fuerza jurídica. No es invocable ante un tribunal. Pero en lo que se refiere a las declaraciones sobre derechos humanos, que están basadas en la dignidad del ser humano, sí se considera que son obligatorias o, por lo menos, el Estado no puede ir contra ellas.
LA FICHA
Nombre: Juan Álvarez Vita.
Profesión: Diplomático y catedrático.
Estudios: Derecho e Historia en las Universidades de San Marcos y Católica del Perú; y Diplomacia en las Academias Diplomáticas del Perú y de Austria.
Coautor: Convención contra la Tortura; Convención sobre los Derechos de los Niños; y Declaración sobre el Derecho al Desarrollo.
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