«La buena información que está oculta es inútil; la mala información que está fácilmente disponible es nefasta»
martes, 14 de febrero de 2012
Ciencias Sociales
PUNTO DE VISTA
Malvinas argentinas
Por: Juan Velit Granda Internacionalista
Martes 14 de Febrero del 2012
El escenario en el que se desarrolla la actual crisis británico-argentina sobre las islas Malvinas es categóricamente diferente a la que se generó en 1982.
En ese entonces, una dictadura militar que había desatado una máquina represiva de niveles industriales gobernaba Argentina y los que fuimos al país gaucho a dar nuestra solidaridad recordamos perfectamente la temperatura política de su población, la misma que a pesar del aparato restrictivo desatado ferozmente en ningún momento dudó en dar su respaldo a la justa causa de su gobierno.
Después de estos aciagos días mucha agua ha pasado debajo de sus puentes y el tema Malvinas se ha convertido en un factor emocional tanto para la población argentina como para la británica.
Ahora Argentina tiene un respaldo sólido y sin fisuras de América Latina. Acciones pasadas como las de Chile que, en 1982, con una dictadura como la de Augusto Pinochet, se puso de lado de la posición británica, son inimaginables en el actual contexto sudamericano.
La posición argentina ha dejado de ser un oportunismo político, como lo fue en 1982 para rescatar a un gobierno corroído y desprestigiado internacionalmente, y ahora es una suerte de orgullo nacional.
Los británicos han argumentado que respetarán la voluntad de los isleños en su autodeterminación, pero este razonamiento dista mucho de otros casos, como el que se planteó en el de Hong Kong. Allí, a pesar de que sus habitantes abogaban por continuar siendo súbditos de la reina, los ingleses cedieron a los requerimientos de la República Popular China y se retiraron de la isla de oriente y les dieron un estatus especial a sus ciudadanos.
Además de ello, en el ámbito de la autodeterminación de los pueblos, sería interesante que Gran Bretaña explicara que cuando la ONU aprobó la Resolución 2065, del 16 de diciembre de 1965, afirmó que lo que está en juego en el caso de las Malvinas es la soberanía. Como se sabe, si la soberanía viene primero, el derecho a la autodeterminación de un pueblo que vive en un territorio en disputa no se considera.
Ahora Argentina ha hecho un planteamiento más orgánico y menos violentista que el anterior y ha expuesto una propuesta formal a través del Consejo de Seguridad de la ONU, acusando al Reino Unido de militarizar el conflicto.
El documento presentado por el canciller Héctor Timerman es la prueba irrefutable de que los británicos buscan no solo disuadir por las armas a los argentinos, sino también quieren una salida militar al embrollo. El texto detalla que el despliegue británico incluye el submarino nuclear Vanguard, con capacidad para trasladar armamento nuclear; aviones Typhoon II y el destructor HMS Dauntless de la clase 445.
Lo cierto es que el documento será discutido en la próxima reunión del Consejo de Seguridad y ya Argentina ha iniciado una campaña de ‘lobby’ con sus miembros temporales, especialmente con Colombia y Guatemala, que son los dos latinoamericanos en el consejo. La comunidad internacional espera que los británicos no bloqueen la propuesta y entiendan que los procesos de colonización son parte del pasado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario