INFORME
Mirada verde: ¿Cuánto vale una mina de oro?
Por: Gonzalo Castro De La Mata V
El desenlace final de este ‘incidente’ tendrá importantes consecuencias para nuestra economía, dada la necesidad de continuar captando capitales externos para seguir creciendo.
En este contexto, ¿cuanto realmente vale Conga? En términos financieros, lo tradicional es valorar una mina de oro basado en tres factores: la cantidad de oro en el subsuelo, el costo de la extracción y el precio del metal.
Sin embargo, el valor total en la bolsa de las compañías dueñas de minas de oro es mucho menor al calculado a partir de estos tres factores: los mercados ‘descuentan’ estos valores por los riesgos adicionales asociados a la extracción exitosa del mineral. Es decir, si nunca se llega a extraer y vender el mineral por problemas no contemplados, entonces la ganancia es menor (o nula) y los inversionistas pierden dinero con respecto a lo que esperaban ganar al momento de invertir, con lo que el valor de las acciones es menor por el mayor riesgo.
Menos conflictos, más valor
Un reciente estudio hecho por tres investigadores de la Universidad de Pensilvania (Wharton) liderados por Witold Henisz se encargó del valor en la bolsa de Toronto de 26 compañías mineras dueñas de 19 grandes minas de oro de todo el mundo entre 1993 y el 2008.
La bolsa de Toronto es importante porque ahí están listadas las compañías mineras más grandes del mundo. Estudiaron más de 50.000 eventos en los que estas compañías están mencionadas en los más importantes diarios del mundo en cuanto a conflictos sociales en sus ámbitos de acción.
Codificaron estos hechos en categorías que van desde muy positivos a muy negativos, y encontraron que las compañías con tendencia a relaciones con sus comunidades muy negativas se valoraron en un 72% menos que su VPN (valor presente neto), calculado a partir de las variables mencionadas. En aquellas en que los resultados fueron muy positivos, el valor solo cayó entre un 33% y un 12%. Es decir, tener a la comunidad del lado de la compañía puede valorarla hasta en un 60% adicional.
La nueva economía verde
En el caso de Conga, los valores en la bolsa de los dos principales accionistas (Newmont y Buenaventura) al 12 de marzo eran de 27.888 y 5.854 millones de dólares, respectivamente (ambas en el New York Stock Exchange). Aunque no se puede aplicar la regla anterior con exactitud porque estas compañías tienen varias minas además de Conga, es claro que si no hubieran existido conflictos sociales, ambas valdrían bastante más (al menos 10.000 millones de dólares más en total en el escenario más conservador).
Si bien este cálculo no es preciso porque existen otras variables, ciertamente nos da una idea del valor perdido por sus accionistas por culpa de los señores Arana y Santos. La otra cara de la moneda es imaginarnos lo que se podría haber dejado de perder (tanto los accionistas como el Estado en regalías e impuestos) si la compañía y el Estado hubieran logrado evitar que se desencadenara el conflicto. Cualquier dinero invertido para evitar el conflicto no se hubiera acercado a la hipotética pérdida. La conclusión es simple: las grandes inversiones tienen que proceder, pero actualmente las variables ambientales y sociales tienen un valor mucho mayor de lo que jamás hubiéramos podido imaginar. Este valor no es solo en términos ambientales, sino que también es medible en términos financieros. La nueva economía verde que incorpora la variable ambiental no es una moda: es una realidad.
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