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miércoles, 6 de julio de 2011

Orientación y Consejería






APOSTEMOS POR LA FORMACIÓN INTEGRAL

¿Cómo afrontar el hostigamiento o acoso escolar (‘bullying’)?

Por: Federico Prieto Celi Periodista
Miércoles 6 de Julio del 2011
El hostigamiento o acoso escolar, ‘bullying’, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico, producido entre escolares, de manera reiterada a lo largo de un tiempo determinado (muchas veces a través de las barras bravas). Que este fenómeno haya tomado proporciones masivas, como para generar una ley en su contra, expresa hasta qué punto hemos descuidado un aspecto fundamental de la calidad educativa.
Muchos electores se preguntaban en la última campaña cómo se puede elevar la calidad educativa. Hay muchas respuestas: económicas, administrativas, pedagógicas, mayor número de horas de clase, etc.
Pero, produce cierto rubor, una especie de vergüenza colectiva, afirmar que esas respuestas tienen un punto de partida en la formación integral, que es física, familiar, cívica, social, moral y religiosa. Solamente esta respuesta de fondo es capaz de reducir el hostigamiento o acoso escolar; la ley simplemente sirve para darle forma:
–La formación física se llama gimnasia, atletismo, deporte, excursiones al campo, juegos al aire libre. Para eso existe la especialidad de profesor de educación física, que tanto bien hizo en el pasado, y que ya no se dicta en las universidades e institutos. El descenso en el fútbol profesional tiene su punto de partida en el olvido de la educación física.
–La formación familiar consiste en enlazar la familia de cada escolar con la educación formal y sistemática en la escuela. Para ello no es necesario solo que la escuela funcione; es indispensable, antes, que la familia exista. En la medida en que se fortalezca la familia, bien constituida en la sociedad, ello será posible.
–La formación cívica trata de inspirar en el escolar el respeto a sí mismo, a los demás, a la sociedad en cuanto tal, al Estado. Ello se hace explicando la dignidad de la persona humana, la esencia de la Constitución, los derechos humanos, las reglas del tránsito, el principio de autoridad, etc.
–La formación social debe basarse en el espíritu de solidaridad. Todos estamos para servir a los demás y, en la medida en que lo hagamos, nos beneficiaremos igualmente en el servicio que los demás nos hagan. En ese orden. Enseñar al escolar a vencer el egoísmo y a autodisciplinarse en libertad.
–La formación moral debe sistematizarse en un curso de ética personal y social. Esa es la auténtica lucha contra la corrupción política en el país, para evitar que con los años nos encontremos con una docena de representantes al Congreso cargados de denuncias y Dios sabe qué más cosas.
–La formación religiosa se concreta en un curso ordinario de religión en todos los colegios públicos y privados, también en los experimentales o pilotos, de acuerdo con la Constitución y el Acuerdo Iglesia-Estado de 1980. El amor a Dios y al prójimo –lo digo sin ningún pudor– es la mejor manera de erradicar el hostigamiento o acoso escolar.
La lectoescritura y la matemática, las ciencias naturales, la historia y la geografía, son básicas. Pero requieren en simultáneo de la formación en valores, porque de lo contrario formamos egoístas instruidos, agresivos y despreciables. ¡Hay que formar en virtudes a la juventud!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Orientación y Consejería

León Trahtemberg vuelve a tratar el tema de la relación entre los padres y la escuela y nos amplia lo ya comentado por él en el artículo publicado anteriormente aqui mismo el 24 de noviembre.

El Correo, 27 de noviembre del 2010
Padres: cuándo quejarse

27 de Noviembre del 2010

CHIMBOTE
Mi columna de la semana pasada, "Padres: más quejas, menor nivel de estudios", aludía a la relación negativa entre la presión ejercida por los padres sobre los colegios por sus quejas sobre profesores y amenazas de retiro de sus hijos si no se hacía lo que ellos querían, y el descenso del nivel de exigencia académica y disciplinaria de esos colegios.

Son como autogoles, ya que con ellas terminan relajando la vida escolar, perjudicando la mejor formación de sus hijos.

Aludí a las quejas por exceso de tareas, nivel de exigencia en evaluaciones, currículo inapropiado, a presiones para lograr cambios de salón, y a amenazas con tomar acciones legales o retiro de sus hijos del colegio.

Algunos de mis lectores me preguntaron cómo encajaba ese artículo con anteriores duras críticas mías a los colegios que dejan abundantes e insulsas tareas escolares. A ellos les comento tres cosas: 1) Sí es necesario quejarse en los casos en los que hay maltrato físico o sicológico (abusivo) en contra de sus hijos. 2) Es importante que los padres se acerquen a los colegios para hacer notar positivamente sus preocupaciones con respecto a prácticas pedagógicas que sienten que afectan la motivación de sus hijos, ya que con ello pueden contribuir a mejorar la enseñanza y el clima escolar. 3) Sin embargo, en última instancia, si los padres no están de acuerdo con las políticas pedagógicas y de gestión habituales del colegio escogido para sus hijos (sobre tareas, exigencia académica, rigidez disciplinaria, actividades, costos, horario, etc.), que son conocidas por los padres desde que matriculan a sus hijos, cabe preguntar: ¿cómo los padres de familia escogen un colegio para matricular allí a sus hijos cuando ellos mismos no están de acuerdo con sus prácticas pedagógicas y de gestión educativa, y luego se la pasan quejándose por ellas? En ese caso, ¿es un problema del colegio o de los padres? Escoger un colegio más compatible con sus ideas suscitará menos quejas y mayores perspectivas de satisfacción. Quizá les ayude ser más autocríticos con respecto a su decisión sobre el colegio en el cual matricular a sus hijos.
Para ver el artículo anterior visita http://carmelhighschoollibrary.blogspot.com/2010/11/orientacion-y-consejeria_697.html