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lunes, 20 de agosto de 2018

Historia, geografía y economía; Comunicación





¿Por qué Hiroshima y Nagasaki están habitadas y Chernóbil no?

Se calcula que pasarán miles de años, se ha hablado de 20.000, para que la zona de exclusión de Chernóbil vuelva a ser habitable. Aquí los detalles

¿Por qué Hiroshima y Nagasaki están habitadas y Chernóbil no?
Hiroshima y Nagasaki fueron reconstruidas un año después de que cayeron las bombas.(Foto: La Nación, GDA)
Hace 73 años las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki fueron blanco de dos bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos que causaron enorme devastación y destrucción.
En Hiroshima vivían unas 350.000 personas. Se calcula que la bomba que cayó el 6 de agosto de 1945 mató a unas 80.000 personas. Casi 80% de los edificios fueron destruidos o quedaron severamente dañados.
Todavía se disputa cuál fue el número total de muertos en la ciudad, debido a las heridas sufridas en la explosión o a los efectos de la radiación, pero la cifra varía entre 90.000 y 166.000. Hoy habitan en la ciudad 1.174.000 personas.
En Nagasaki, el día de la explosión nuclear, el 9 de agosto, vivían en la ciudad 263.000 personas. En menos de un segundo tras la detonación, el norte de la ciudad quedó destruido y se calcula que entre 39.000 y 80.000 personas murieron. Hoy viven en esa ciudad unas 450.000 personas.
El peor desastre

Ahora adelantémonos en el tiempo 41 años. En la madrugada del 26 de abril de 1986 ocurrió el que ha sido calificado como el peor desastre nuclear de la historia.

Uno de los cuatro reactores de la planta de Chernóbil, en Ucrania, que entonces formaba parte de la Unión Soviética, explotó y causó un incendio que liberó enormes cantidades de partículas radioactivas a la atmósfera.

Como consecuencia directa del accidente murieron 31 personas. Pero aún continúan investigándose los efectos a largo plazo de la radiación, como el cáncer entre generaciones.
Reconstrucción y exclusión

¿Cómo fue posible que Hiroshima y Nagasaki, que sufrieron explosiones nucleares tan devastadoras y enorme pérdida de vidas, son ahora ciudades prósperas y habitadas, mientras Chernóbil es un lugar deshabitado y seguirá así quizás por miles de años?
La página de noticias Gizmodo, especializada en tecnología, es uno de los pocos medios que se ha hecho esta pregunta.

BBC Mundo reproduce las tres razones principales:

- Cantidad de combustible nuclear

La bomba Little Boy (que cayó en Hiroshima) transportaba 63 kilogramos de uranio enriquecido. Fat Man (la bomba de Nagasaki) contenía unos 6,2 kilos de plutonio. El reactor número cuatro de Chernóbil tenía unas 180 toneladas de combustible nuclear del que 2% (3.600 kilos) era uranio puro.

Cuando explotó el reactor se calcula que se liberaron siete toneladas de combustible nuclear. En total el desastre emitió 100 veces más radiación que las bombas que cayeron sobre Nagasaki e Hiroshima.

- Diferencias en la reacción nuclear

En la bomba de Hiroshima, sólo hizo reacción cerca de 0,90 kg de uranio. De igual forma, sólo 0,90 kg del plutonio fue sometido a una fisión nuclear en Nagasaki.

En Chernóbil, sin embargo, unas siete toneladas de combustible nuclear -con enormes cantidades de partículas radioactivas- escaparon a la atmósfera. Cuando se fundió el combustible nuclear, se liberaron isótopos radioactivos que incluían xenón, yodo radioactivo y cesio.

- Ubicación

Las dos bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron detonadas en el aire, a cientos de metros sobre la superficie de la Tierra. Como resultado, los depósitos radioactivos se dispersaron por el efecto de la nube creada por la explosión.

En Chernóbil, sin embargo, cuando se fundió el reactor cuatro en la superficie, se produjo una activación de neutrones que provocó que la tierra se volviera radioactiva.

La página Physics Stack Exchange (un sitio de intercambio de conocimientos para investigadores, académicos y estudiantes de física) tiene otra explicación. "Aunque funcionan sobre la base de los mismos principios, la detonación de una bomba atómica y el colapso de una planta nuclear son procesos muy diferentes", explica una entrada.

Una bomba atómica -agrega- está basada en la idea de liberar la mayor energía posible de la reacción de una fisión nuclear en el menor tiempo posible. La idea es crear el mayor daño y devastación posible para anular a las fuerzas enemigas.

Así, los isótopos radioactivos que se crean en una explosión atómica tienen un período de vida relativamente corto. Pero como un reactor nuclear está diseñado para producir energía de un proceso de reacción lento y sostenido, esto resulta en la creación de materiales de desechos nucleares que tienen una vida relativamente larga.

O sea, la radiación inicial de un accidente nuclear puede ser mucho más baja que la de una bomba, pero su tiempo de vida será mucho más largo. Se calcula que pasarán miles de años, se ha hablado de 20.000, para que la zona de exclusión de Chernóbil vuelva a ser habitable.

Fuente: La Nación, GDA

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ciencias




Central de Fukushima vuelve a detectar record de radiación

jueves, 14 de abril de 2011

Ciencias






PUNTO DE VISTA

A propósito de energía nuclear
Por: Virginia Rosas Analista Internacional
Jueves 14 de Abril del 2011

Una encuesta publicada hace un año y medio por la revista británica “The Economist” indicaba que el 44% de los habitantes de la Unión Europea apoyaba la producción de electricidad con energía nuclear porque se trata de un combustible más barato, más limpio y cuya obtención depende del uranio, que –a diferencia del petróleo y otros combustibles fósiles que se encuentran en zonas de conflicto– es fácil de hallar en cualquier región del planeta.

La misma opinión tiene Patrick Moore, uno de los fundadores de la ONG ecologista Greenpeace, que se enemistó para siempre con sus antiguos camaradas ecologistas por sostener que “la energía nuclear es el combustible del futuro, limpio, seguro y la única forma de deshacernos de los combustibles fósiles”.

El accidente en la central nuclear de Fukushima 1 ha avivado los viejos temores de cuando, hace más de dos décadas, un reactor de la central de Chernóbil explotó y liberó una nube que contenía 500 veces más material radiactivo que la bomba de Hiroshima y cuyos estragos son hasta ahora difíciles de calcular.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, tan bajo de popularidad en estos tiempos en que la extrema derecha ha tomado la delantera en su país, no dudó en llamar apocalipsis a lo que sucedía en Japón, olvidando tal vez que Francia obtiene el 76,18% de su electricidad gracias a sus centrales nucleares y que es, luego de Estados Unidos, el segundo país en el mundo en utilizar energía atómica.

Tampoco recordó el mandatario galo cuánta contaminación han dejado en el Océano Pacífico las bombas atómicas ‘de ensayo’ que Francia ha hecho estallar en el atolón de Mururoa.

Por supuesto que el desastre de Fukushima 1, tanto como el terremoto y tsunami que lo ocasionaron, ha sido una tragedia para el Japón que ha puesto nuevamente en cuestión la pertinencia de la utilización de la energía nuclear, justo en un momento en que se disipaba el fantasma de Chernóbil y países como Italia y Gran Bretaña se aprestaban a poner en marcha nuevas centrales atómicas que les permitieran prescindir un tanto del petróleo, que comenzará a escasear en el futuro próximo debido a los conflictos que se viven en el Medio Oriente y en un futuro más lejano, simplemente porque se acabará.

¿Qué hacer entonces? ¿Renunciar a la energía nuclear como combustible y seguir dependiendo de los combustibles fósiles cada vez más escasos, caros y peligrosos para la capa de ozono de la Tierra?

En vez del trato sensacionalista y hasta descabellado que este tema ha recibido en algunos medios, se impone una reflexión objetiva y desapasionada que permita evaluar con precisión los daños, gastos, desastres y beneficios que una u otra opción pueda acarrearle al planeta.

miércoles, 13 de abril de 2011

Ciencias



Fukushima no es otro Chernóbil

martes, 12 de abril de 2011

Ciencias, Ciencias Sociales





Japón elevo el nivel de alerta a 7

miércoles, 30 de marzo de 2011

Ciencias, Ciencias Sociales




Continúa la máxima alerta en planta nuclear de Fukushima

martes, 29 de marzo de 2011

Ciencias, Ciencias Sociales




Fuga de Plutonio en Planta Nuclear

jueves, 24 de marzo de 2011

Ciencias, Ciencias Sociales






PENSEMOS EN NUEVAS ENERGÍAS ALTERNATIVAS

Preocupantes consecuencias nucleares del sismo en Japón
Por: Raúl Ferrero Jurista


Jueves 24 de Marzo del 2011

Tanto el terremoto como el tsunami (maremoto) subsiguiente en Japón han sido desastres naturales de terribles proporciones.

Más allá de la demostración del eficiente sistema de prevención ejecutado por las autoridades japonesas, los efectos devastadores del sismo han dejado atónito al mundo entero.

Pero a todo esto se agrega el problema que se ha producido en la central nuclear de Fukushima Daiichi, cuyos generadores simplemente dejaron de funcionar y, con ello, la refrigeración central cesó, lo que produjo una súbita explosión, que elevó su temperatura a grados insospechados.

La rápida respuesta llevó a inyectar al reactor una mezcla de agua de mar y boro, para evitar la reacción en cadena. Sin embargo, el daño ya se había producido, por lo que se trató de evitar que no se esparciera más, para que el peligro de radiación no se incrementara.

La evacuación humana en Fukushima todavía continúa aumentando su radio de acción a más de 20 kilómetros y se ha dado la orden de no salir de sus casas a quienes habitan hasta los 30 kilómetros de la central nuclear siniestrada.

Lo cierto es que nadie imaginó que el terrible movimiento telúrico pudiese tener repercusiones en una central nuclear, lo que rememora el patético recuerdo del desastre de Chernóbil en 1986.


En realidad, la energía nuclear –desde la Segunda Guerra Mundial– se ha expandido sobre la base de intereses de política internacional, llevando a incluir a algunos países con alto riesgo político que no necesariamente tienen total conciencia de los daños irreparables que podría causar su utilización, o que teniéndola, podrían ser capaces de usarla de manera irracional o irresponsable.

La energía nuclear tuvo como primera finalidad la militar –como arma de destrucción– para luego ser utilizada como alternativa a la energía no renovable como la del petróleo y así sustituir a este que en algún momento tendrá que agotarse.

En el mundo occidental, el tema de la energía nuclear ya se ha puesto en revisión, por lo que la Unidad Europea ha decidido actualizar sus protocolos de seguridad, mientras que Alemania analiza su decisión de prolongar la vida útil de 17 centrales, hoy cuestionadas.


Este terremoto ha desplazado 2,4 metros el archipiélago japonés y liberado energía 60 veces más grande a la tristemente célebre bomba de Hiroshima, llegando a desplazar 17 centímetros el eje de nuestro planeta.

Los intentos por evitar la fuga de radiación masiva han hecho pasar a un segundo plano noticioso los aspectos humanitarios de esta tragedia que se origina en el quinto terremoto más grave de la historia (9 grados).

Hasta la fecha se cuentan en más de 9.200 las personas fallecidas y 18.500 las desaparecidas (Fuente: El Comercio), calculándose que los daños materiales ascienden a una cifra superior a los US$250 mil millones.

Este es el momento propicio para que se piense en las energías alternativas renovables distintas al petróleo. Así, se deben desarrollar las energías eólica (viento), hidráulica (agua), solar (sol), biocombustible (productos agrícolas), mareomotriz (olas del mar), geotérmica (subsuelo), etc., para que así países como el nuestro puedan acceder a otros tipos de energía renovable que además, por su costo y realidad económica y política, esté más a nuestro alcance.

Empero, con este accidente, el mundo entero comprende, de un día para otro, que no se están tomando los controles indispensables de la energía nuclear para evitar su propagación, a pesar de los efectos devastadores que es capaz de producir.

Esto exige una profunda reflexión, que debe ir acompañada por el necesario respaldo científico para poder prever lo que podría ocurrir si no se toman medidas prontas con relación al futuro de la energía nuclear, que amenaza la existencia del planeta Tierra.

martes, 22 de marzo de 2011

Ciencias

Ante el interés mostrado por los alumnos al preguntar a sus profesores de ciencias sobre la radiactividad, esto debido a lo sucedido en Japón hemos decidido tambièn publicar esta ilustrativa entrevista al físico nuclear peruano Modesto Montoya aparecida este domingo:




No hay que exagerar, no estamos en el apocalipsis