Mostrando entradas con la etiqueta Servicio diplomático. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Servicio diplomático. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de marzo de 2020

Ciencias Sociales






Javier Pérez de Cuéllar, el embajador de la paz, falleció a los 100 años

Gran pérdida. El ex secretario general de las Naciones Unidas y ex primer ministro falleció ayer a los 100 años. La cancillería informó que sus restos serán velados en Palacio de Torre Tagle.

Javier Pérez de Cuéllar falleció el miércoles 4 de marzo a los 100 años de edad | Foto: GEC
Javier Pérez de Cuéllar falleció el miércoles 4 de marzo a los 100 años de edad | Foto: GEC

El ilustre diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar falleció ayer a los 100 años en su domicilio, en San Isidro. Así lo confirmaron sus familiares a El Comercio anoche.
Sus restos serán velados hoy en privado y mañana en el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Pérez de Cuéllar fue elegido secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1981 por cinco años y reelegido por el mismo período en 1986.
Fue uno de los peruanos con mayor prestigio internacional. Antes que él, el único peruano que había ocupado un cargo de gran envergadura fue Víctor Andrés Belaunde, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas entre 1956 y 1960.
Desde su cargo en la ONU, Pérez de Cuéllar denunció el sistema del apartheid, régimen de segregación racial instalado en Sudáfrica en el siglo pasado.
Además, entre sus innumerables aportes destacan su lucha por la paz, los derechos humanos, la democracia y la libertad de expresión.
Como diplomático, su primera misión fue en París en 1946, como tercer secretario de la embajada peruana.
Durante su estadía en esa ciudad conoció a Yvette Roberts, ciudadana francesa con la que tuvo dos hijos: Francisco y Cristina, más conocida como Pitusa.
Su primer puesto como embajador lo asumió en Berna, Suiza.
En Nueva York, Estados Unidos, se le presentó la oportunidad de asumir pedidos de la ONU, alentado por la cancillería.
Javier Pérez de Cuéllar fue el quinto secretario general del organismo entre enero de 1982 y diciembre de 1991.(Foto: AFP)
Javier Pérez de Cuéllar fue el quinto secretario general del organismo entre enero de 1982 y diciembre de 1991.(Foto: AFP)
El diplomático austríaco Kurt Waldheim, secretario general de las Naciones Unidas entre 1972 y 1981, le encargó una misión en Chipre. Luego, lo hizo subsecretario de la ONU.

-Vida política y familiar-

El insigne diplomático peruano también se desempeñó como presidente del Consejo de Ministros y ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua.
Tras la gestión de Paniagua, fue embajador en Francia y ante la Unesco.
En enero pasado, Francisco Pérez de Cuéllar recibió a El Comercio en su casa en San Isidro, en el contexto de las celebraciones por los 100 años de vida de su padre.
Francisco recordó que, después del Perú, Francia fue el país donde más vivió su padre, cuya carrera lo llevó a Nueva York (Estados Unidos), Londres (Inglaterra), La Paz (Bolivia), Río de Janeiro (Brasil), entre otras ciudades.
Francisco y Cristina Pérez de Cuéllar también recordaron que a fines de julio de 1990, cuando Alberto Fujimori juró como presidente de la República, invitó a su padre a Palacio.
Allí, Pérez de Cuéllar, quien aún lideraba la ONU, ofreció a Fujimori gestionar una reunión con los líderes de las multilatelares financieras.
Luego se enfrentó electoralmente con Fujimori en las elecciones generales de 1995.
Que aceptara postular a la presidencia de la República fue una sorpresa para su familiares y amigos. Lo hizo con el partido Unión por el Perú, del cual luego se desvinculó completamente.
Con 75 años, Pérez de Cuéllar optó por iniciar su campaña electoral en Puno para demostrar que era capaz de recorrer el Perú profundo.
En el 2012, Pérez de Cuéllar publicó “Memorias. Recuerdos personales y políticos” (Aguilar) y dos años después la novela “Los Andagoya” (Penguin)
A lo largo de su carrera, Javier Pérez de Cuéllar fue condecorado en cerca de 25 países | Foto: ONU
A lo largo de su carrera, Javier Pérez de Cuéllar fue condecorado en cerca de 25 países | Foto: ONU

-Reacciones-

Tras confirmarse el fallecimiento del diplomático, el presidente Martín Vizcarra lamentó la noticia y destacó que “dedicó su vida entera al trabajo por engrandecer” al Perú.
“Lamento profundamente el fallecimiento de don Javier Pérez de Cuéllar, insigne peruano, demócrata a carta cabal, quien dedicó su vida entera al trabajo por engrandecer a nuestro país. Expreso, en nombre de todos los peruanos, mis sentidas condolencias a su familia”, escribió en Twitter.
En tanto, la cancillería emitió un comunicado en el que destaca que Pérez de Cuéllar dedicó su vida al servicio del Perú y de la comunidad internacional, y ejerció con probidad y compromiso las responsabilidades que le fueron asignadas.


viernes, 23 de marzo de 2012

Historia, geografía y economía






EDITORIAL

‘Impromacia’

El episodio de la fragata británica evidencia, una vez más, que nuestro Canciller no está a la altura de su cargo
Viernes 23 de Marzo del 2012
Impromacia. Lo que está haciendo el canciller Roncagliolo en Torre Tagle exige, por inaudito, que renovemos el lenguaje para poder nombrarlo. Improvisación y diplomacia son normalmente términos antinómicos. Al juntarlos tan sistemáticamente, él ha creado un nuevo género, estéril, como suelen ser estos híbridos, pero aun así necesitado de un nombre propio. Impromacia.
La desinvitación de la fragata británica ha sido, evidentemente, la consagración de nuestro canciller. Un despliegue de espontaneidad criolla que ha resultado patético en la escena internacional, donde lo que da seriedad a los estados es precisamente su capacidad de atenerse a políticas previamente trazadas, en lugar de ir arreglándoselas sobre la marcha conforme los van sorprendiendo las situaciones. Si el Perú tiene algo parecido a unos lineamientos de política internacional y si es que estos incluyen este nivel de compromiso con el conflicto de las Malvinas, lo que se debió hacer es no invitar en febrero a la fragata británica. En lugar de eso, nuestro canciller permitió que se extendiese la invitación a través de una muy oficial resolución legislativa y luego (el viernes pasado) recibió amablemente, y sin decirle nada de la visita del buque, a Jeremy Browne, el ministro británico encargado de América Latina, para tres días después (este lunes) retirar la invitación ante la presión argentina.
Lo que vino luego solo agudizó la cantinflada: el canciller sostuvo que sí se había informado de la des-invitación al ministro Browne y que el Reino Unido había optado por cancelar discretamente la visita. Unas horas después fue firmemente desmentido por un comunicado de la embajada.
El Reino Unido no se ha tomado con humor nuestro bananerismo: “esto ha sido percibido …como un acto poco amistoso”, ha informado la embajada. Algo que además de preocuparnos por motivos prácticos (se trata de nuestro segundo inversor más grande) tendría que hacernos sentir culpables: el Reino Unido no se ha portado mal con el Perú, a diferencia de Argentina, que durante el cercano conflicto del Cenepa vendió armas por lo bajo a Ecuador.
Este lamentable episodio no ha sido el único que ha protagonizado en su cargo nuestro canciller. Todavía está fresco en la memoria el episodio de los nombramientos de los consejeros comerciales, cuando, entre otras cosas, convocó a un concurso público para luego desconocer sus resultados.
También ha tenido el ministro Roncagliolo una serie de salidas de tono que hacen dudar de si es consciente de que habla como el jefe de las relaciones internacionales del Estado Peruano. Así, cuando declaró que si tuviésemos como política no establecer tratados con “regímenes autoritarios”, “no los podríamos tener con China (…) que no es precisamente un régimen democrático”. Esto, al día siguiente de que el presidente chino había reiterado su invitación al nuestro para que visite su país, principal socio comercial peruano.
El canciller ha tenido, asimismo, exabruptos que parecen motivados por traumas ideológicos irresueltos. Como cuando declaró un día antes de que el premier visitase EE.UU, que la relación con ese país ya no nos era tan importante. O como cuando respondió en Uruguay a una pregunta sobre la relación entre el gobierno y la prensa en países que están persiguiendo periodistas como Venezuela, Ecuador y Argentina, hablando de casos en los que se hacía “necesario” que los gobiernos provean a la prensa de un “balance”.
Finalmente, demostró poco respeto por la profesión de Torre Tagle y por su propio cargo, cuando obsecuentemente procedió a nombramientos como los de la ginecóloga y una amable amiga de la primera dama, o como el de una ministra que salió del Gabinete luego de una vergonzosa performance.
El proceso de La Haya es el mayor problema de relaciones internacionales que hemos tenido en años y no podemos darnos el lujo de enfrentarlo teniendo en la cabeza de nuestra cancillería a alguien que no parece entender las exigencias del puesto. Es momento de que el presidente retire al señor Roncagliolo la invitación que le hizo para que fuese su canciller.

viernes, 7 de octubre de 2011

Ciencias Sociales







FILOSOFEMAS




La nueva embajadora del Perú en Francia

Por: Francisco Miró Quesada Director General

Viernes 7 de Octubre del 2011

El Gobierno ha decidido nombrar embajadora del Perú en Francia a Cristina Velita de Laboureix. Esta medida del Gobierno ha sido criticada por varias personas, cuyas opiniones han sido publicadas por diversos medios periodísticos.

Los críticos aducen que Cristina Velita es ginecóloga y que una mujer con esta profesión no es apta para ser embajadora. Claro que se trata de algo insólito, pues no hay antecedentes que permitan hacer comparaciones. Por eso debo limitarme a exponer la personalidad de Cristina Velita. Nació en Huancayo y en sus estudios fue siempre la número uno. Lo mismo sucedió durante su formación profesional en ginecología. Esto muestra que es poseedora de una inteligencia y preparación suficientes para resolver los problemas que se presentan en el ejercicio del cargo de embajador, en este caso de embajadora.

De otra parte, debo decir que domina el idioma muy bien, pues vive en Francia y, así como tiene disposiciones para el estudio, también las tiene para aprender lenguajes. Una de las dificultades de los embajadores es la lengua que se habla en los países en que han sido nombrados. Por ejemplo, un país como Alemania. Para nombrar un embajador en ese país, el ideal es que hable alemán. Pero, a veces por una razón u otra, el Gobierno considera que es importante nombrar a una persona que no domina dicha lengua. Al principio tendrá que valerse de un intérprete, pero si tiene disposición tomará clases intensivas de alemán y, si lo aprende rápido, adquirirá un merecido prestigio.

A propósito de los lenguajes y los embajadores, hubo, hace algunos años, un caso increíble. El Gobierno nombró embajadora en Francia a una mujer que ignoraba por completo el idioma francés y nunca se preocupó por aprenderlo. Cuando asistía a reuniones permanecía callada y no realizó nada a favor de su país. Increíble pero cierto.

Ahora bien, ¿cuáles son las funciones que debe desempeñar un embajador? Son muchas, pero me referiré a las que me parecen más importantes.

En primer lugar, tratar de obtener el mayor número de ventajas para su país, sean de índole económica, como por ejemplo, lograr rebajas respecto de la deuda, en caso de que esta exista, o de relaciones internacionales, como obtener tratados de libre comercio, trabajar en el ámbito cultural, turístico, etc. Estar alerta en todo lo que tenga que ver con la seguridad e integridad de los ciudadanos de su país. Para ello, debe estar en contacto con el consulado. Ocuparse de la repatriación de algunos connacionales, en caso de ser posible. Además, relacionarse con personas significativas del país en el que ejerce la representación. Como parte del protocolo, deberá invitar a algún grupo importante de personas.

Todo esto lo puede hacer Cristina Velita. Su esposo Jean Pierre Laboureix es un hombre de fortuna y relacionado con personas influyentes de París. De modo que no será difícil para la embajadora establecer los contactos, tanto para hacer gestiones ante diversos ministerios, como para ganar la opinión y el apoyo de dichas personas. En cuanto a las recepciones, podrán ser de alto nivel. Cuando un embajador del Perú tiene que ofrecer una reunión, se ve casi siempre en apuros, pues, por lo general, sus emolumentos son escasos. Lo puedo decir por experiencia.

Por las razones aducidas, considero que Cristina Velita de Laboureix habrá de ser una embajadora con mucho éxito y que servirá al Perú por todo lo alto. Estoy seguro de que la decisión del Gobierno de nombrarla embajadora ha sido atinada.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Ciencias Sociales






ENRIQUE ROMÁN MOREY

La ONU es pilar de la gobernabilidad

Por: Miguel Vivanco Corresponsal
Viernes 30 de Setiembre del 2011
washington. La visita del presidente Ollanta Humala a la sede de la ONU coincidió con el inicio de la gestión del embajador Enrique Román Morey, quien hasta hace unas semanas era uno de los once inspectores generales de dicha organización. El experimentado diplomático llega en un momento clave en el que todos hablan de los nuevos retos planteados por el multilateralismo. Aquí, un resumen del diálogo sostenido con El Comercio.
¿Cuál es el papel del multilateralismo y la ONU en el mundo de hoy?
Es un proceso en permanente movimiento y adecuado a las coyunturas internacionales que busca consolidar la convivencia de los Estados a partir de normas, principios y reglas que regulen el sistema internacional moderno. En ese contexto, la ONU hoy es el pilar central sobre el que se asienta la gobernabilidad global.
¿Pero eso no ha sido suficiente?
Pese a todas las limitaciones, esta organización es el referente más importante que tenemos para afrontar de manera común los problemas de la paz y la seguridad internacional, así como los desafíos que acarrea la globalización.
¿Considera que la ONU ha cumplido con su objetivo principal en el mantenimiento de la paz?
Es evidente que el ideal contenido en la carta de las Naciones Unidas para que los Estados no hagan uso de la fuerza no ha sido cumplido a cabalidad.
¿Por qué no se puede hacer algo más efectivo para solucionar los conflictos?
Debemos entender que los conflictos actuales son de una naturaleza distinta. Hay que profundizar la reforma del sistema de Naciones Unidas, un proceso que el Perú apoya a fin de colocar a la organización con una mayor capacidad de acción y reflejando las transformaciones que se han producido en el sistema internacional.
¿Cambios radicales?
No digo eso. No se puede concebir el sistema internacional sin la primacía del derecho y de las instituciones que le dan gobernabilidad. Principios como la igualdad jurídica de los Estados, el respeto a la libre determinación de los pueblos, la no ingerencia en asuntos internos de los Estados soberanos y el respeto por el derecho ajeno deben de primar en las relaciones entre Estados.
¿Entonces, cuáles son los desafíos para la gobernabilidad global?
Se ha dado una nueva revolución científico-tecnológica basada en las comunicaciones y la información que ha convertido al orbe en una aldea global. Las relaciones internacionales han adquirido mayor intensidad. Sin embargo, la racionalidad del sistema internacional sigue estando marcada básicamente por las relaciones interestatales. Es más, de manera contradictoria frente a la globalización, se ha visto, en los últimos años, el reforzamiento de los nacionalismos que, lamentablemente, ha derivado en algunos casos en el quebrantamiento de la paz.
¿En ese contexto, cuál es el papel del Perú en la ONU y cuáles son las prioridades de su gestión?
Como nación emergente en franco proceso de crecimiento, el Perú debe contribuir de manera activa en la configuración de una nueva arquitectura institucional de la ONU que responda eficazmente a los desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI.
¿El Perú debería participar más en la solución de las situaciones que afectan a la paz y la seguridad internacional?
Por supuesto. El Perú debe contribuir constructivamente a la consolidación de la reforma del sistema de Naciones Unidas para adaptar a la organización universal al nuevo panorama internacional y hacerla más eficiente.
¿Hablamos de pedir la palabra y elevar la voz?
El Perú tiene un interés particular en hacer sentir su voz y su presencia. El gobierno del presidente Humala da una atención especial a las cuestiones sociales, especialmente a la inclusión social, la protección de las comunidades nativas, la preservación del medio ambiente, los derechos de la mujer, la defensa de los derechos de migrantes, entre otros. Buscaré que el Perú recupere su liderazgo y visibilidad en las comisiones y diversos foros de la ONU donde se aborden esos temas.
¿Podría hacer un balance sobre la visita del presidente a la ONU?
Es sumamente positivo. El presidente Humala ha enviado un mensaje sustantivo a la comunidad internacional respecto a la prioridad de mantener un crecimiento económico con inclusión social, a fortalecer la democracia como régimen político que canalice las demandas del pueblo y a la relevancia del tratamiento igualitario de los ciudadanos indocumentados en el exterior.π
LA FICHA
Nombre: Enrique Román Morey.
Edad: 65 años.
Cargo: Representante permanente del Perú ante la Organización de las Naciones Unidas.
Experiencia: Secretario general adjunto de la Conferencia de Desarme y director del Departamento de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas.