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jueves, 7 de diciembre de 2017

Historia, geografía y economía





"EE.UU. es el principal obstáculo entre Palestina e Israel"

Así lo afirmó el embajador palestino, Walid Ibrahim Muaqqat, en una entrevista a El Comercio. La paz entre ambos Estados pende de un hilo por la disputa de Jerusalén

Jerusalén protesta - Reuters
Jerusalén ha vuelto a ser la tierra de la discordia, esta vez la intervención de Donald Trump enfrenta nuevamente a Palestina e Israel. (Foto: Reuters)
El mundo se encuentra en alarma por el repentino reconocimiento de Donald Trump sobre Jerusalén como capital de Israel. El mandatario estadounidense ha trastocado las relaciones internacionales poniendo el dedo en una de las heridas más viejas de Oriente Medio: el conflicto palestino-israelí. Para conocer un poco más del tema El Comercio conversó con Walid Ibrahim Muaqqat, embajador de Palestina en el Perú.
- ¿Qué opinión tiene sobre lo que dijo Donald Trump sobre Jerusalén?
En primer lugar, la declaración de Trump -de que Jerusalén es capital de Israel- no le dará ninguna legitimidad a Israel. Jerusalén es una ciudad palestina, árabe musulmana y la capital eterna de Palestina. Esa decisión sobre Jerusalén constituye un debilitamiento deliberado a todos los esfuerzos por la paz. 
- ¿Cómo afecta al proceso de paz entre Israel y Palestina?
Para nosotros los palestinos, la decisión de Trump obstaculiza todos los esfuerzos por lograr la paz. Porque ha violado totalmente los acuerdos internacionales entre ambas partes. La parte árabe de Jerusalen fue ocupada en 1967. Existe una resolución de Naciones Unidas, la 242, que exige a Israel retirarse inmediatamente de este territorio. Segundo, hay múltiples resoluciones de las Naciones Unidas donde se le prohíbe a Israel hacer cambios demográficos, geográficos o topográficos por ser la fuerza ocupante --Así lo llaman en la ONU: "fuerza ocupante"--. Y en tercer lugar, también es violación al mismo tratado de Oslo --firmado en 1993-- donde se acordaron tratar cinco temas al final de las negociaciones, uno de ellos era Jerusalén
- ¿Esto qué quiere decir?
Quiere decir que Israel anticipó todo. Y que rechaza la creación de un Estado palestino sobre Jerusalén Oriental --la parte árabe-- y lamentablemente Estados Unidos le está apoyando con la violación de esas normas internacionales. Israel intenta tapar el sol con un solo dedo. Para ellos es suficiente que Estados Unidos lo apruebe o defienda y no le importa la opinión de la comunidad internacional, siendo el único país en el mundo reconocido por una resolución de las Naciones Unidas --la 1081-- así rechaza todas las resoluciones de las Naciones Unidas y se aferra a la presión que ejerce el lobby judeo-sionista en Estados Unidos sobre el presidente Donald Trump.
Walid Ibrahim Muaqqat
Walid Ibrahim Muaqqat, embajador de Palestina en el Perú. (Foto: Embajada de Palestina)
- ¿Con qué autoridad la declaración de Donald Trump puede ser
acatada si se tratara de una orden a Palestina e Israel?
Para nosotros Estados Unidos no tienen ninguna autoridad para otorgar algo que no le pertenece. Otorgarle a un país su
capital Estos es ridículo en pleno siglo XXI. Dar una capital a
otro país y negar cualquier tipo de esperanza al pueblo
palestino. Se trata de una decisión soberbia, unilateral, le falta el respeto a todas las naciones del mundo. Y crea un aislamiento internacional al propio Estados Unidos, por ser anteriormente intermediario en el Acuerdo de Paz --porque, Estados Unidos fue el auspiciador de la firma del acuerdo israelí-palestino en Washington-- son testigos y ahora ellos mismos violan este compromiso y se retiran como una potencia que podía jugar un papel positivo para establecer una paz justa y duradera para todas las naciones de la región.
- ¿Piensa que otros países tomarán la misma decisión de Estados Unidos?
No. El mundo entero la está rechazando. Desde países como Francia e Inglaterra. Las propias Naciones Unidas lo rechazan e incluso hay una carta escrita por ex embajadores israelíes a Donald Trump por esta situación.
- ¿Qué puede hacer Palestina, en el campo diplomático, para contrarrestar esta decisión de Trump?
Desde el campo diplomático todas las embajadas palestinas están
en comunicación directa con los países que las acogen.Vamos a seguir trabajando para que el mundo entero al final presione a Israel para que cumpla con todas las normas del derecho internacional. Es una lucha interna en Palestina y la lucha externa la que lleva la diplomacia palestina. Más de 140 países reconocen a Palestina como estado. Nos hemos integrado como miembros plenos en la mayoría de organismos
internacionales. Tenemos credibilidad mundial y aceptación compartida por todo el mundo. Seguimos trabajando en lograr nuestro objetivo: la paz justa para ambos pueblos. Que Israel y
Palestina puedan vivir cara a cara y no espalda con espalda.
- ¿Qué tan factible es que se desate una nueva intifada como lo
ha anunciado Hamas?
Hamas no es el vocero del pueblo palestino. Es un partido en el
territorio palestino que puede tener simpatizantes, pero no es su
decisión hacer o no una intifada. Definitivamente para el pueblo palestino es importante estar ahora unidos, la causa es una sola. Le toca a cada palestino defender su tierra, los santos lugares. 
- ¿Será esta resistencia pacífica?
Nosotros tenemos muchos años ganando en el campo diplomático
reconocimiento de todos los países en el mundo. Nuestra lucha es una lucha pacífica, no va ha haber armas nunca. El presidente Mahmud Abás afirmó miles de veces que nosotros no usaremos métodos violentos ni que nos levantaremos en armas, sino que mantendremos el estilo de Martin Luther King, Mandela, Gandhi. Nosotros somos un pueblo que defiende una causa justa: la paz. El pueblo palestino reclama el retiro de la fuerza ocupante, para vivir libre y soberano.
- ¿Qué pasará con los civiles palestinos que viven en Jerusalén?
¡La situación de Jerusalén es un desastre! Yo soy un palestino nacido en Jerusalén. Mi familia tienen más de 850 años en esa tierra, imagínate que yo no tengo los mismos derechos ahí que, por ejemplo, un judío norteamericano o un judío ruso para levantar mi casa. A ellos les dan una casa, mientras un palestino no puede llevarse una bolsa de cemento para arreglar su propia vivienda. ¡Es una cárcel! Es un régimen de 'apartheid' contra el pueblo palestino, los están sacando de la ciudad antigua mientras ellos están rodeando estas zonas con colonos que vienen de Europa oriental.
Jerusalén - AFP
(Foto: AFP)
- ¿Qué sucede con la famosa "solución de dos Estados"?
En ese sentido la situación de la paz, es una situación aún
lejana. Porque Israel hablaba de la solución de dos Estados. Ya
no habla de eso, no quieren que nazca un Estado palestino ahora.
Porque Estados Unidos siempre le da el apoyo con su derecho de veto en Naciones Unidas cada vez que los palestinos van al Consejo de Seguridad. Entonces el gran obstáculo de la paz es Estados Unidos. El país que apoya a Israel en su constante violación del derecho
internacional.
- ¿Le parece apresurada la reacción de Benjamín Netanyahu?
Sí. Ese primer ministro es un racista que odia a los árabes. Ese
hombre desea desaparecer a los árabes del mapa. Todas sus
soluciones son militares. Imagínate que el parlamento israelí
ha dedicado 50 leyes para administrar otro pueblos, todas
discriminatorias contra los palestinos. Sus parlamentarios todos son de la ultraderecha, con discursos  radicales que dicen " a los palestinos hay que matarlos", "a los  palestinos hay que desaparecerlos, "a las mujeres palestinas  embarazadas hay que sacarles los hijos del vientre". Así hablan. Y si alguien saca la cara por los palestinos inmediatamente le dicen "antisemita". Como si nosotros no fuéramos semitas. El 97% de los semitas somos árabes. Entonces ese es el cuento descarado del gobierno de Israel. Es una lucha larga y feroz, donde nuestro pueblo vive bajo ocupación. Incluso nuestro presidente debe pedir permiso a Israel para salir. Felizmente cada día Palestina gana más en el escenario internacional, mientras que Israel se aísla.

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Jerusalén: ¿qué consecuencias tendrá la decisión de Trump?

La decisión del presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel el miércoles podría tener serias repercusiones en toda la región. A continuación, un vistazo a por qué Jerusalén es un tema tan sensible

Donald Trump

Donald Trump firma el documento donde Estados Unidos reconoce a Jerusalén como la capital de Israel. (AFP).
Jerusalén. La decisión del presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel el miércoles podría tener serias repercusiones en toda la región. A continuación, un vistazo a por qué Jerusalén es un tema tan sensible:
►RECLAMOS CONFLICTIVOS

Israel reclama a toda Jerusalén como su capital, mientras que los palestinos reclaman el sector oriental de la ciudad, capturado por Israel en la guerra de 1967, como la capital de un futuro estado independiente. Estas demandas están en el centro del largo conflicto entre israelíes y palestinos.
El conflicto se centra principalmente en la Ciudad Vieja, que alberga los lugares religiosos más importantes de Jerusalén para judíos, cristianos y musulmanes, y en concreto en un complejo referente para judíos y musulmanes. Conocido por los judíos como Templo del Monte, es el punto donde se levantaban hace miles de años los templos judíos bíblicos y es el lugar más sagrado de la religión. Para los musulmanes es la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la mezquita Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del culto, y la dorada e icónica Cúpula de la Roca.
Aunque Israel controla la ciudad y la sede de su gobierno está allí, la anexión de Jerusalén Este no está reconocida por la comunidad internacional, que sostiene por una abrumadora mayoría que el estatus de la ciudad debe decidirse en la mesa de negociación.
¿POR QUÉ HACE ESTO TRUMP?

Durante su campaña a la Casa Blanca, Trump adoptó una firme postura proisraelí y prometió trasladar la embajada estadounidense desde Tel Aviv, donde están la mayoría de legaciones diplomáticas extranjeras, a Jerusalén. Cuando asumió la presidencia se dio cuenta de que esa medida es más fácil de anunciar que de llevar a cabo.

Según la ley estadounidense, el presidente debe firmar una dispensa cada seis meses para que la embajada permanezca en Tel Aviv. Trump renovó la exención en junio, como sus predecesores. Esta semana, se cumplió de nuevo el plazo sin que el mandatario rubricase la renovación.

Funcionarios estadounidenses dijeron que el presidente firmará el documento pero ordenará al Departamento de Estado el miércoles que inicie el proceso de varios años para trasladar la oficina a la ciudad santa. El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel será más un reconocimiento de “la realidad histórica y actual” más que una declaración política, pero el traslado de la embajada no será inmediato, agregaron los funcionarios, que hablaron con reporteros bajo condición de anonimato porque no estaban a autorizados a discutir el asunto en público antes del anuncio oficial.
El reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel permitirá a Trump decir que cumplió una promesa de campaña y contentará a Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, es uno de los principales apoyos del republicano a nivel global.
¿QUÉ EFECTO TENDRÁ ESTA DECLARACIÓN?

Sobre el terreno cambiarán muy pocas cosas. La oficina y la residencia oficial de Netanyahu están en Jerusalén, así como el Parlamento, la Corte Suprema y el Ministerio de Exteriores del país. Los líderes mundiales acuden a la ciudad para reunirse con las autoridades.

La mayor parte de Jerusalén es una ciudad abierta donde judíos y palestinos pueden moverse libremente, aunque un muro levantado por Israel hace más de una década divide algunos vecindarios árabes y hace que miles de palestinos tengan que pasar por abarrotados puestos de control para llegar al centro.

La interacción entre los dos bandos es mínima y hay grandes disparidades entre los adinerados vecindarios judíos y los empobrecidos de los palestinos. Además, la mayor parte de los más de 300.000 palestinos que viven en la ciudad no tienen ciudadanía israelí sino que son considerados “residentes”.

La declaración de Estados Unidos tendrá un profundo significado simbólico porque estaría imponiendo una solución a uno de los aspectos centrales del conflicto.
¿CÓMO SE RECIBIRÁ?

Más allá de las preocupaciones electorales, parece que Trump obtendrá pocas ventajas con el cambio.

Trump suele referirse al pacto para la paz entre israelíes y palestinos como "el acuerdo definitivo" y ha dedicado importantes esfuerzos a sentar las bases para una iniciativa de paz en los próximos meses. Su yerno y uno de sus asesores más próximos, Jared Kushner, encabeza esta campaña, y otro colaborador cercano, Jason Greenblatt, ha recorrido la región para mantener contactos con israelíes, palestinos y otros líderes árabes.

Los palestinos han advertido de que cambiar el estatus de Jerusalén supondría el final de esos esfuerzos de paz y anticiparon multitudinarias protestas callejeras, algo que podría derivar fácilmente en violencia a gran escala.

La oposición internacional a la decisión, que incluye a aliados clave de Washington, ha ido en aumento. En los últimos días, la Unión Europea, Alemania y Francia pidieron al dirigente que no se pronuncie con respecto a Jerusalén.

La Organización para la Cooperación Islámica, con 57 miembros, dijo que cambiar el estatus de Jerusalén equivaldría a una "agresión directa” al mundo árabe y musulmán, y la dirección de la Liga Árabe apuntó que sería una “medida peligrosa que tendría repercusiones” en todo Oriente Medio.

Quizás la postura más significativa es la de Arabia Saudí, que se mostró claramente en contra de esta posible declaración. Los saudíes son un aliado clave de Estados Unidos, necesarios para forjar cualquier acuerdo de paz en la región.
¿HABRÁ VIOLENCIA REALMENTE?

Responsables de seguridad israelíes dicen estar monitoreando la situación y estar preparados para cualquier escenario. Israel y los palestinos mantienen además discretos lazos de seguridad en Cisjordania, que han ayudado a evitar una escalada de la violencia en los últimos años.

Sin embargo, gran parte de los actos violentos entre israelíes y palestinos en Jerusalén y Cisjordania en los últimos 20 años ha estado ligados a las tensiones sobre la ciudad santa.

Jerusalén registró disturbios letales en 1996 después de que Israel abrió un nuevo túnel en la Ciudad Vieja. La segunda intifada palestina comenzó en 2000 después de que el entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, visitó el Monte del Templo. A finales de 2015, la ciudad experimentó una ola de apuñalamientos perpetrados por palestinos por el aumento de las visitas de nacionalistas judíos al complejo sagrado. El pasado verano, Jerusalén volvió a vivir semanas de violencia cuando las autoridades israelíes intentaron colocar cámaras de seguridad cerca de la mezquita Al Aqsa después de que un pistolero palestino mató a dos policías israelíes.

Fuente: AP

Historia, geografía y economía





BBC

Por qué no se reconoce a Jerusalén como capital de Israel

Las tensiones en el Medio Oriente están en riesgo de estallar luego de que se supiera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconocerá a Jerusalén como la capital de Israel. ¿Por qué esta ciudad es tan disputada?


Jerusalén

Israel considera a Jerusalén como su capital indivisible. Los palestinos quieren que Jersualén Este sea la capital de su futuro Estado.
Ningún asunto en Medio Oriente ha sido tan contencioso como el estatus de Jerusalén, una ciudad que tanto israelíes como palestinos reclaman como su capital.
En 1980, el Estado de Israel declaró a la ciudad como su capital. Y los palestinos designaron a Jerusalén del Este como la sede de su Estado.
Aunque ninguna potencia reconoce ninguno de estos reclamos, aquí está la raíz de las crecientes tensiones entre israelíes y palestinos.
Y estas tensiones están ahora en riesgo de estallar con los informes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconocerá a Jerusalén como la capital de Israel.
"Cualquier decisión sobre el estatus de la disputada ciudad debe ser tomada dentro del marco de las negociaciones entre israelíes y palestinos", declaró el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y dijo que estaba "preocupado" por la posibilidad de que Trump tome esa decisión.
Francia no fue el único que expresó sus temores. Arabia Saudita declaró que una medida de ese tipo "tendría un impacto nocivo en el proceso de paz".

Jordania advirtió de "consecuencias graves" y el jefe de la Liga Árabe, Abul Gheit, indicó que esa decisión "nutriría el fanatismo y la violencia". Turquía aseguró que esto sería "una enorme catástrofe".
►Traslado o reconocimiento
A Trump le corresponde firmar una medida para postergar el traslado de la embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, algo que han hecho semestralmente todos sus antecesores en la Casa Blanca desde que en 1995 el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley a favor de esa reubicación.

Sin embargo, la prensa estadounidense anticipa que el magnate se propone, en cambio, anunciar el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.

Jerusalén

Durante la campaña presidencial, Donald Trump prometió mudar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.
Aunque durante su campaña electoral Trump se mostró favorable a esa mudanza, su ejecución colocaría a EE.UU. a contracorriente de las decisiones de la ONU sobre esta materia y en abierta contradicción con el resto de potencias occidentales.

Pero ¿por qué es tan controvertido el tema de Jerusalén?

►Una "entidad aparte"
El ser considerada como una ciudad sagrada por los fieles de las tres grandes religiones monoteístas —judíos, cristianos y musulmanes— paradójicamente convirtió a Jerusalén en objeto de numerosas disputas que, a lo largo de siglos, derivaron en reiteradas conquistas y reconquistas.

Cuando en 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 para la partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe, se pensó en considerar a Jerusalén como una "entidad aparte", una ciudad internacional que sería administrada durante diez años por la ONU antes de realizar un referendo para definir su destino.

El documento preveía además garantizar la protección, el libre acceso y la libertad de culto en los lugares sagrados de la ciudad, no solo para sus habitantes sino incluso para los extranjeros sin discriminación por causas de nacionalidad.

Israel

El plan de la ONU para la partición de Palestina no llegó a aplicarse debido al inicio de la guerra árabe-israelí de 1948.
Este plan no llegó a aplicarse debido al estallido de la primera guerra árabe-israelí en 1948, que en la práctica derivó en la división de la ciudad en dos partes: Jerusalén este, bajo control árabe; y Jerusalén oeste, en manos de Israel.

►La "unificación" de la ciudad
La parte oriental de Jerusalén, que incluía la ciudad vieja y los lugares sagrados, quedaron en manos de Jordania desde entonces hasta 1967, cuando durante la Guerra de los Seis Días, Israel quedó en control de toda la ciudad.

Entonces, la Knesset (el Parlamento israelí) aprobó una ley de protección a los lugares sagrados, en la que garantizaba el acceso a estos por parte de los fieles de las distintas religiones.

Además, el gobierno israelí hizo un acuerdo con el Waqf islámico de Jerusalén, una fundación religiosa musulmana que quedó a cargo de la administración de lugares sagrados como la Explanada de las Mezquitas (o el Monte del Templo, para los judíos), complejo dentro del cual se encuentra la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca.
►Un vínculo antiguoLa presencia judía en Jerusalén se remonta a tiempos muy antiguos.

Israel

El triunfo en la Guerra de los Seis Días permitió a los judíos volver a rezar junto al Muro de los Lamentos.
"Según la Biblia, era la capital del Estado unido de (los reyes) David y Salomón, alrededor del año 1000 a.c.. Históricamente, comprobado por evidencia arqueológica, fue la capital del Estado hebreo de Judea poco después de esa fecha, el sitio del templo judío en el Monte del Templo y así permaneció hasta que fue conquistada y destruida por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, en el año 586", le dijo a BBC Mundo el historiador británico Simon Sebag Montefiore, autor del libro "Jerusalén, la biografía".

El experto explicó que después la presencia hebrea allí fue restaurada por Ciro II el Grande de Persia hasta la conquista por parte de Alejandro Magno, aunque el templo siguió siendo el centro de la vida judía hasta que intentó destruirlo Antíoco IV Epífanes, un rey de la dinastía Seléucida cuya represión aceleró una rebelión por parte de los judíos.

"Jerusalén fue la capital de un Estado judío independiente con los macabeos, que entonces era un reino satélite de Roma bajo Herodes el Grande, quien reconstruyó el segundo templo que luego fue destruido por Tito en el año 70 D.C., cuando tomó control de la ciudad y ordenó la expulsión de los judíos", contó Montefiore.
"En el siglo II, Adriano intentó destruir la Jerusalén hebrea y colocó un templo idolatra en el lugar del templo judío. Lo que llevó a una amplia revuelta que fue reprimida por el emperador, quien volvió a expulsar a los judíos y renombró a Jerusalén y a Judea con el nombre de los enemigos bíblicos de los hebreos: los filisteos", agregó.

"Desde aquel momento, los judíos han reverenciado ese lugar y han orado en torno al muro del templo destruido. Habiéndola tenido por algunos momentos bajo su control, los judíos han soñado y han anhelado volver a Jerusalén… hasta que en el siglo XIX comenzaron a emigrar a Palestina. Desde 1880 ha habido una mayoría judía en Jerusalén".

Israel

El Domo de la Roca, en el complejo de la mezquita de Al Aqsa, es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Montefiore también destaca los lazos antiguos que unen a los musulmanes con Jerusalén.

"El vínculo islámico con la ciudad se remonta a la conquista árabe alrededor del año 638, cuando el califa Omar tomó la ciudad, garantizando la libertad a los judíos y cristianos que aceptaran el control político y religioso musulmán. Los musulmanes reverenciaban las escrituras judías y compartían su creencia de que Jerusalén sería el lugar místico del apocalipsis, que consideraban inminente", relató el historiador.

"Mahoma veneraba las escrituras judías y a Jerusalén misma, al punto que los primeros musulmanes oraban hacia Jerusalén y no hacia la Meca. En las primeras décadas de gobierno árabe, realizaban su culto religioso en el Monte del Templo, pero permitían a los judíos realizar también su culto religioso allí. La tolerancia hacia otros credos monoteístas se acabó cuando el islam se convirtió en una religión de Estado más rígida bajo el califa Abdalmálik, quien construyó el Domo de la Roca encima de la base fundacional del templo judío", indicó Montefiore.
El experto explicó que, posteriormente, los cruzados conquistaron Jerusalén en el año 1099, mataron a todos sus habitantes musulmanes y judíos; y gobernaron la ciudad hasta 1187, cuando Saladino la retomó, restaurando el control islámico y reubicando en ella a muchos de los antepasados de los palestinos actuales, aunque también hay otros que llegaron posteriormente durante el imperio Otomano e, incluso, durante el mandato británico.

"En otras palabras, judíos y musulmanes comparten unos vínculos antiguos y auténticos con Jerusalén. Es absurdo negarlo", apuntó Montefiore.

►Soberanía no reconocidaEse lazo histórico de judíos y musulmanes con Jerusalén ha hecho de la ciudad un elemento central en las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.

Israel

En los Acuerdos de Oslo, suscritos en 1993, se estableció que el tema de Jerusalén sería abordado posteriormente como parte de las negociaciones de paz.
Así, por ejemplo, en los acuerdos de Oslo suscritos en 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina se estableció que el estatus de la ciudad sería discutido en etapas más avanzadas de las negociaciones.

Efectivamente, el tema surgió en las negociaciones de paz de Camp David, auspiciadas por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton en el año 2000.

Allí el entonces líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, hablaron por primera vez directamente sobre el estatus de Jerusalén.

Según relató Clinton, Barak flexibilizó mucho más su posición que Arafat, quien terminó rechazando las propuestas discutidas. Desde entonces, el proceso de paz no ha registrado ningún avance sustancial.
Aunque desde 1967 Israel ha ejercido una soberanía de facto sobre Jerusalén, esta no ha sido reconocida internacionalmente al punto que, incluso los países más cercanos a Israel, mantienen sus embajadas en Tel Aviv.

Detrás de esta negativa aparece reiteradamente el argumento de que el estatus de la ciudad debe definirse en el marco de las negociaciones para el establecimiento de dos Estados, uno palestino y otro israelí, que convivan con paz y seguridad.

También se cuestiona que Israel ha creado numerosos asentamientos, considerados ilegales por la legislación internacional, en los territorios ocupados de Cisjordania.

Israel

El papa Francisco visitó Jerusalén en compañía de líderes de las comunidades musulmanas y judías de Argentina.
En mayo del 2016, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki moon, durante una conferencia internacional sobre Jerusalén, aseguró que el estatus de esa ciudad sigue estando en el corazón de cualquier solución negociada sobre el conflicto israelí-palestino.

"Debemos fortalecer y reafirmar los esfuerzos internacionales destinados a preservar la solución de dos estados y definir un horizonte político", afirmó Ban.

Montefiore coincide con esa visión: "Creo que la paz no puede llegar hasta que Jerusalén sea reconocida como una parte legítima y auténtica de la narrativa histórica y de la herencia cultural de ambos. Debería ser y ya es en efecto la capital de Israel, pero no indivisible porque para alcanzar la paz también necesita ser la capital de Palestina".