El Comercio 23 de octubre del 2008
ENTREVISTA. REY ABDALÁ II DE JORDANIA
"Palestina-Israel debe ser prioridad"
El monarca, que llegó el lunes a Chile, señala que urge una solución para el Medio Oriente. Él cree que la ausencia de paz o punto muerto no beneficia a nadie en la región
Por Tamara Avetikian. "El Mercurio" de Chile
SANTIAGO DE CHILE. A pesar de su relativa juventud --tiene 46 años--, el rey Abdalá II de Jordania ya tiene casi una década de experiencia política y por eso habla con propiedad del proceso de paz en el Medio Oriente. Y no parece optimista. Piensa que si no se adoptan con urgencia deciiones sobre la creación de un Estado palestino, Estados Unidos, Israel, los países árabes y toda la comunidad internacional lo lamentarán.
Y él sabe de qué habla. Asumió el trono el 7 de febrero de 1999, tras la muerte de su padre Hussein, de quien aprendió cómo ejercer el poder con autoridad e independencia. Abdalá ha tenido que lidiar con problemas regionales similares a los que enfrentó el fallecido monarca, un proceso de paz a punto de naufragar y el inminente peligro de una nueva guerra. Jordania, que tiene excelentes relaciones con Washington y también con Israel, es un actor importante en la geopolítica regional, donde el rey utiliza sus buenos oficios para acercar posiciones.
El monarca conversó con "El Mercurio" en Santiago de Chile, adonde llegó el lunes para cumplir una agenda que comprende reuniones con la presidenta Michelle Bachelet, parlamentarios y empresarios.
Jordania, un activo participante en el proceso de paz y partidario del Estado palestino. ¿Cómo ve la crisis que tiene estancadas las negociaciones?Es una tragedia, primero y más que nada, para los palestinos, pero también para el pueblo israelí. Al margen de lo que los políticos digan o hagan, árabes e israelíes deben vivir en paz y seguridad. Están cansados de la guerra. El punto muerto no es beneficioso para los palestinos ni para los israelíes ni para la región o la comunidad internacional. Todos nos veremos afectados --ya estamos afectados-- por no terminar el conflicto. Mi padre entendió cómo, en la práctica, la ausencia de la paz afecta a todos, día a día. Una vez dijo: "Nada es más inútil para la economía de un país en desarrollo que un arma, y nada bloquea más el camino al desarrollo social que la carga financiera de una guerra. La guerra es el archienemigo del progreso nacional y el flagelo moderno del hombre civilizado". Cada dólar que se gasta en la guerra es un dólar menos para educación, infraestructura, salud infantil, o para buscar soluciones a la falta de agua.
¿A quién hay que culpar de esta situación?Debemos consagrar nuestras energías a ayudar a los palestinos e israelíes a terminar exitosamente el conflicto. Los parámetros básicos de un acuerdo no están en disputa: fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos y el establecimiento de un Estado palestino independiente y viable, que conviva en paz y seguridad con Israel. Para llegar allá se necesita el apoyo de la comunidad internacional.
Pareciera que el liderazgo palestino ha dificultado el proceso. ¿Cuál sería la mejor manera para un diálogo entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP)?Hubo muchos trastornos en el proceso, y ambos lados deben hacerse responsables. La de-sunión palestina es un problema; la falta de seriedad y de visión en Israel, es otro. Esto ha debilitado al presidente (Mahmud) Abbas. También, desde (la reunión de) Annapolis la comunidad internacional ha quedado frustrada y, por eso, dejó de estar comprometida. Pero necesitamos un progreso porque estamos perdiendo el tiempo.
¿Qué hace Jordania para evitar la amenaza de grupos radicales palestinos ayudados por Irán en el proceso de paz?Los jordanos condenamos el terrorismo. Hemos estado en la delantera de la lucha contra el terrorismo y el extremismo, y trabajamos estrechamente con la comunidad internacional para prevenir actos de violencia en la región y más allá de ella. Nuestro rol es respaldar al pueblo palestino a asegurar sus derechos, para poner término al asedio que se le ha impuesto. Hacemos esto por medio de nuestros buenos oficios ante líderes mundiales, y ayudamos, por ejemplo, a entrenar a los funcionarios civiles y a la policía.
¿Jordania, situada entre dos potencias nucleares como Israel e Irán, corre peligro si los conflictos regionales no se controlan?Buscamos la resolución de los conflictos, no el manejo de ellos. Además, una meta es mantener la región libre de armas de destrucción masiva. Eso incrementará la seguridad de todos: los países que se sienten seguros no debieran sentir la necesidad de tener esas armas. Si el conflicto en Medio Oriente no termina pronto, todos los países de la región, y quizás del mundo, estarán en peligro, no solo Jordania.
¿Cree posible que palestinos e israelíes lleguen a un tratado de paz antes de fin de año, como propuso el presidente George W. Bush?Espero que sí, pero conozco las dificultades. Nuestra preocupación es asegurarnos de que el progreso no se postergue con las elecciones en EE.UU. ni con la llegada de una nueva administración. Lo que se ha conseguido en los últimos meses debe ser preservado.
¿Confía en el rol de Estados Unidos?Como una superpotencia y parte del cuarteto, EE.UU. está en posición de ayudar a todas las partes a superar las brechas. Históricamente, se ha avanzado poco sin EE.UU. Respetamos todo lo que ha hecho, y necesitamos que continúe. El problema es que los norteamericanos no negocian con una mirada de conjunto sobre la región. No conectan necesariamente el conflicto palestino-israelí con los otros problemas regionales, cuando, de hecho, ese es el nudo central de todo lo que está pasando en Medio Oriente. No siempre miran el gran cuadro, y como consecuencia, sentimos que no perciben la misma urgencia que nosotros. Espero que el nuevo gobierno haga del tema palestino-israelí una prioridad, porque sino existirá un peligro para la región y para los intereses norteamericanos en la zona.La moderna reina del pueblo jordanoRania, hija de palestinos nacida en Kuwait, conoció al rey jordano en un banquete real en 1993 y fue amor a primera vista. En cuatro meses ya estaban casados. Hoy tienen cuatro hijos.
Estudió márketing en la American University de El Cairo y trabajó en empresas como Citibank y Apple. Domina el árabe y el inglés. Es la mejor embajadora de su país y lo demuestra en foros mundiales.
Con el respaldo de su marido, la reina defiende los derechos de la mujer. Una de sus grandes batallas fue para abolir la costumbre de matar, por honor, a una hija o hermana acusada de violar alguna convención social.
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