
PROBLEMA NO NECESARIAMENTE ESTÁ EN LOS MENORES
¿Por qué es agresivo un niño?
Lunes 5 de Julio del 2010
¿La maestra del nido la ha llamado preocupada porque su hijo o su hija ha mostrado un comportamiento agresivo contra sus compañeros del aula, ha roto sus propios juguetes, y los ajenos, o se demuestra cólera sin motivo aparente?
Un comportamiento de este tipo, principalmente en niños en edad preescolar (desde un año y medio hasta los 5 años), es un síntoma de alguna tensión que su hijo está trayendo de casa, señala la psicoterapeuta Patricia Capellino, directora del centro Oye Papá Oye Mamá.
“La agresión no se puede considerar adecuada porque es un ataque contra algo o contra otras personas. Para los niños es una forma de descargar la tensión interna, la cual está vinculada generalmente a la familia. Es decir, a los padres básicamente”, detalla Capellino.
Los motivos que generan esta tensión pueden ser varios, explica la especialista: “Desde celos hacia los hermanos por preferencias de los padres, el nacimiento de un nuevo hermanito o maltrato por parte de los adultos. Estos problemas originan sentimientos de frustración en los niños que luego devienen en conductas agresivas manifestadas en el nido”.
En una situación así, los padres deben analizar y encontrar en sus propias actitudes dentro de la familia y las relaciones en el hogar los motivos que causarían las tensiones en sus hijos. “Quienes deben buscar ayuda constante y sostenida primero son los padres, y no pensar que resolviendo en una terapia (de cualquier tipo) las conductas negativas del niño van a solucionar el problema de origen”, advierte Capellino.
PARA TENER EN CUENTACanalicen sentimientosManeras efectivas de canalizar los sentimientos de agresividad en los niños son las prácticas deportivas, lúdicas o actividades recreativas. Asimismo, fomentando la expresión de emociones mediante la creatividad.
Los padres llevan inconscientemente registrados modos de relación con los hijos que copian de los vínculos creados con sus propios padres. Por ello suelen esperar que sus hijos actúen de determinada manera y generan expectativas sobre sus hijos, que pueden crear frustración en ellos, si no las satisfacen.
Algunos “padres negadores” tienden a no aceptar y justificar la conducta agresiva de sus hijos. Es importante intentar analizar los hechos con la mayor objetividad posible.
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