«La buena información que está oculta es inútil; la mala información que está fácilmente disponible es nefasta»
martes, 15 de febrero de 2011
Ciencias Sociales, Ciencias
PUNTO DE VISTA
Silicon, Quipu Valley
Por: Diego DeLa Torre Empresario*
Martes 15 de Febrero del 2011
La generación y difusión de ideas originales, en particular aquellas relacionadas con la ciencia, es lo que va a decidir si un país prospera o no. La pregunta ya no es dónde los productos serán fabricados, sino más bien dónde y cómo las innovaciones que impulsarán el crecimiento del futuro van a desarrollarse.
China, por ejemplo, ha desarrollado el hardware de la innovación, es decir, sistemas de comunicación, educación avanzada e infraestructura. Sin embargo, le ha faltado el software de la innovación, que consiste en la compleja red de relaciones entre entidades públicas y privadas que crea la estructura para que la innovación florezca. En palabras simples, un puñado de científicos y equipo avanzado no garantiza un Silicon Valley.
Hace unas semanas participé en un programa de inmersión en Silicon Valley de la Universidad de San Francisco como miembro de la Red de Inversionistas Ángeles Peruanos para ver cómo funcionaba este ‘cluster’ de innovación y efervescencia empresarial. Mi conclusión es que la interacción, cultura, propósito, colaboración y confianza mutua de las redes de científicos, empresarios e inversionistas de esta privilegiada región californiana hacen de Silicon Valley algo único y difícil de replicar.
El reto para el Perú sería crear algo similar, nuestro Quipu Valley. Para lograr esto debemos tener una respuesta clara a la siguiente pregunta: ¿Cómo logramos interesar a nuestros jóvenes en la ciencia y que decidan graduarse en estas carreras? Es una prioridad nacional empezar a desarrollar una respuesta. Decir a los jóvenes que pueden ser el próximo Larry Page (Google) o Jeff Bezos (Amazon) puede ser un incentivo. Sin embargo, creo que los motivaría más saber que gracias a su compromiso y entusiasmo por la ciencia el Perú será un país desarrollado o quizás una superpotencia. En este sentido, nuestra herencia andina puede ayudarnos a crear “ayllus tecnológicos” parecidos a Silicon Valley porque como dijo Daniel Goroff al comité científico del Congreso estadounidense: “Más que el éxito económico, lo que hace a los científicos persistir es su sentido de propósito colectivo y apoyo mutuo”.
Por eso en el mundo contemporáneo no son genios individuales sino comunidades completas las que permiten el desarrollo de la ciencia, tecnología, ingeniería y las matemáticas. El número de investigaciones y solicitudes de patentes con múltiples autores ha crecido exponencialmente en relación con las de los genios aislados. Los descubrimientos requieren trabajo en equipo, comunicación, así como interacciones entre diferentes ciencias. Es la fortaleza, densidad, alcance e interacciones de estas redes de científicos lo que promueve la innovación y los inventos que buscamos. Por eso, manos a la obra, hagamos nuestro Quipu Valley para acelerar nuestro camino al Primer Mundo.
(*) Presidente del Pacto Mundial Perú
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