EDITORIAL
A declaraciones chilenas ásperas, respuesta peruana sensata
Oscar Valdés, flamante presidente del Consejo de Ministros, respondió que las palabras del representante chileno “están un poquito de más”. Recordó que ese país ha invertido mucho en fortalecer su fuerza disuasiva mientras “el Perú ha desatendido su capacidad militar”. Informó que el Gobierno del presidente Ollanta Humala tomará medidas para no descuidar la defensa.
El canciller Rafael Roncagliolo respaldó de inmediato lo dicho por Valdés y anunció que el Perú no entrará en una “guerra de diplomacia periodística o escalada de agresiones”. Es lo que correspondía, siguiendo la nueva política integral implementada por el actual régimen que deja atrás la tesis de las cuerdas separadas con que se vino manejando el tema. Esa política, útil en su momento, fue compartida con el mandatario chileno Sebastián Piñera.
En los últimos días el canciller sureño Alfredo Moreno intentó ponerle paños fríos a las declaraciones de Allamand y dejó ver que Chile trata de impulsar una agenda positiva entre ambos países para evitar que el intercambio verbal escale. El episodio ha revelado, finalmente, el temor de un sector chileno de que el fallo de La Haya resulte adverso a ese país –por la consistente argumentación peruana–; así como la prevalencia de un ala dura en la política chilena que pretende crispar las saludables relaciones bilaterales, para mantenerse vigente. Es de lamentar que la postura de Allamand haya contado con apoyo de varios otros políticos del país del sur.
El Perú no ha caído pues en las provocaciones y ha hecho bien, pues se acerca la publicación del fallo de La Haya.
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