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martes, 28 de mayo de 2013

Religión, pastoral, PFRRHH

martes 28 de mayo del 2013 09:35

"La moral humana viene de los simios"

Es la evolución y no la religión la que determina los comportamientos morales de los individuos, plantea un polémico libro
Los bonobos y los chimpancés se reconcilian después de pelear con un par que consideran valioso.



(BBC Mundo). Ni Jesús ni Rousseau ni Hobbes. Más bien la mona chita, o Darwin, para los más letrados, tendrían que ver con la moral.
La moral humana tiene un pasado evolutivo ligado al comportamiento social, no religioso ni filosófico. Así lo plantea el primatólogo y profesor Frans de Waal en su último libro “El bonobo y el ateo”.
“Muchos de los patrones que consideramos ‘morales’ vienen de la evolución de las especies”, le explica De Waal a BBC Mundo.
Basado en 40 años de observación de primates, De Waal asegura que lo que los seres humanos denominamos como “moral” está mucho más cerca del comportamiento social de los simios que a una imposición divina o una decisión filosófica.
Para el científico, la moral no pasa por una decisión que se toma o que se impone desde arriba -filosofía, religión o incluso autoridad- sino que es innata al comportamiento social humano. No sólo eso: no es exclusiva, sino que viene como parte del “paquete social” que también puede encontrarse en otros animales como nuestros parientes primates.
Según el autor, los dos pilares de la moral: reciprocidad y justicia, por un lado y empatía y compasión por el otro, están presentes en el comportamiento social de los simios, el cual es ampliamente retratado en el libro.
ÉTICA PRIMATE
Lo anterior está relacionado con los dos grados de moralidad que De Waal distingue en el comportamiento de estos animales. La primera, denominada moral “uno a uno”, tiene que ver con cómo un individuo espera ser tratado.
Los estudios de De Waal, así como los de otros investigadores, han comprobado que chimpancés y bonobos respetan el concepto de propiedad y tratan a sus pares según la escala de jerarquía.
Sin embargo, muchas otras especies parecieran regirse por un sistema parecido. Entonces, ¿cuándo un comportamiento social se vuelve moral?
La clave es que estos primates esperan que se les respeten sus “derechos” y ser tratados según su grado jerárquico. Como animales sociales, muestran gratitud e incluso pueden tomar venganza, dependiendo del comportamiento de otros hacia ellos.
El segundo grado de moralidad se denomina “preocupación social” y tiene relación con un concepto más abstracto, que involucra el sentido de armonía de la comunidad o grupo como un todo. Aunque bastante rudimentario, los simios sí muestran ciertas formas de reconocimiento de este grado de moralidad al compartir su comida, tranquilizar a sus vecinos o incluso “intervenir” en peleas de terceros para evitar disturbios en la comunidad.
En una charla TED dictada por De Waal previo al lanzamiento del libro, el autor explicó que una de las cosas que más le llamó la atención de los primates que estudió fue su afán por reconciliarse luego de una pelea. “El principio es que tienes relaciones valiosas que resultan dañadas por el conflicto, por lo que tienes que hacer algo al respecto”, explicó en esa ocasión.
Todo, siempre en miras a la aceptación -y cooperación- social.
Los humanos, tal como nuestros parientes simios, evolucionamos en pequeños grupos donde la cooperación se volvió fundamental. Tal como ellos, también, ser sensible a las necesidades, intenciones y ánimos de nuestros pares se volvió una necesidad vital. Y eso, según de Waal, no tiene nada que ver con una decisión o un mandato superior, sino con la básica supervivencia.
“Los seres humanos tenemos todo tipo de intereses egoístas y conflictos individuales que necesitamos resolver para lograr una sociedad cooperativa. Por eso es que tenemos moral, y las abejas u hormigas no”, señaló De Waal en una entrevista.
Sin embargo, tampoco es que la moral provenga de una especie de Leviatán hobbesco.
“El concepto de ‘el hombre es un lobo para el hombre’ es bastante injusto. Tanto para los lobos, que son animales bastante cooperativos, como para la humanidad que también es bastante más cooperativa y empática que lo que suele decirse”, aseguró el científico en su charla TED.
POLÉMICA RELIGIOSA
Ni dios ni la filosofía entonces habría influido en el desarrollo del comportamiento moral.
Sin embargo las teorías de De Waal, basadas en sus descubrimientos, no caen muy bien entre filósofos, antropólogos e incluso economistas, según el mismo De Waal ha contado.
“Ellos decidieron en su mente que la justicia es un concepto muy complejo y que los animales no pueden tenerlo. Hubo un filósofo incluso que nos escribió quejándose de que era imposible que los monos tuvieran un sentido de equidad, ya que la equidad era un concepto inventado durante la Revolución Francesa”, relató el científico en su charla TED.
Y hoy se ha visto envuelto en otra polémica. Esta vez con religiosos. O no religiosos, para ser exactos.
“La religión no es irrelevante, pero no es la base de la moralidad”, le dice De Waal a BBC Mundo.
Originario de los Países Bajos, De Waal le cuenta a BBC Mundo que el libro es también una reacción a una sociedad como la estadounidense, donde la mayoría de las personas asocian directamente la moral con la religión.
En su libro, el científico dedicó un capítulo completo al ateísmo. “Estoy por un rol reducido de la religión, con menos foco en Dios todopoderoso y más foco en la potencialidad humana”, escribe. Pero eso parece no ser suficiente para los ateos.
Prominentes representantes del ateísmo como PZ Myers y AC Grayling han criticado duramente el libro, molestos no sólo porque De Waal es un científico que no “demoniza” la religión, sino que además critica al ateísmo, advirtiendo sobre los peligros de convertirlo en un dogma tan fuerte como la propia religión.
“Creo que deberían calmarse un poco”, le dice De Waal a BBC Mundo, poniendo paños fríos a la discusión.
“Si dios existe es una pregunta interesante, pero no es la pregunta de mi libro y tampoco es una pregunta que un científico va a poder contestar”, concluye.

martes, 16 de abril de 2013

Ciencia, tecnología y ambiente

  El Comercio
martes 16 de abril del 2013 

¿Se puede patentar el ADN? La justicia de EE.UU. tiene la palabra

Lo que defina la Corte Suprema podría modificar la investigación médica, la lucha contra enfermedades y la industria médica
¿Se puede patentar el ADN? La justicia de EE.UU. tiene la palabra
(Reuters)





Washington (AP). El ADN es quizá el elemento esencial para la vida pero ¿también puede extraerse algo de él para que sea el elemento esencial de un monopolio multimillonario?
La Corte Suprema de Estados Unidos aborda el lunes el punto de si los genes humanos pueden ser patentados. Lo que resuelva podría modificar la investigación médica, la lucha contra enfermedades como el cáncer de pecho o de ovario y una industria médica y biotecnológica multimillonaria.
“El marco intelectual que resulte de la decisión podría tener consecuencias importantes en otras patentes” relacionadas con antibióticos, vacunas, hormonas, células madre y diagnósticos sobre microbios infecciosos presentes en la naturaleza, dijo Robert Cook-Deegan, director de ética genómica, leyes y política en la Universidad de Duke.
“Esto podría afectar la biotecnología agrícola, la biotecnología ambiental, la tecnología verde, la utilización de organismos para producir combustibles alternativos y otras aplicaciones”, dijo.
REPERCUSIÓN PROFUNDA
La decisión que emitan los nueve magistrados también tendrá una repercusión profunda en las empresas estadounidenses, que han arriesgado miles de millones de dólares en inversiones y años de investigación.
La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos ha concedido durante casi 30 años patentes sobre genes humanos.
Solamente Myriad Genetics tiene invertidos 500 millones de dólares en patentes que están en disputa en el caso.
A FAVOR Y EN CONTRA
Sin la capacidad de recuperar esa inversión, no habrá los grandes descubrimientos científicos necesarios para combatir todo tipo de padecimientos médicos, dijo la empresa.
Numerosas compañías e inversionistas han arriesgado miles de millones de dólares en la investigación y el desarrollo de avances científicos bajo el compromiso de una firme protección de las patentes”, dijo en un comunicado Peter D. Meldrum, presidente y director general de Myriad Genetics.
Sin embargo, los oponentes afirman que permitir a empresas como Myriad patentar genes humanos o partes de genes humanos desacelerará o perjudicará las investigaciones médicas para salvar vidas, como las realizadas en el combate contra el cáncer de seno.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ciencias Sociales




Por Que Se Permite Que Sucedan Cosas Malas

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ciencias Sociales






REFLEXIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA FILOSÓFICA

De la moral kantiana y Omar Chehade

Por: Diego Miró Quesada Mejía (*)
Miércoles 16 de Noviembre del 2011
Kant nos dice en “La crítica de la razón práctica” que una acción moralmente buena depende de su correspondencia con la ley moral universal. La ley moral universal, por otra parte, se basa en el deber, el cual nos indica cómo debemos actuar en la realidad.
Ello no significa que nosotros decidamos actuar según el deber, ya que a veces nos guiamos por máximas que van en contra de lo que este nos indica. Es claro, antes de avanzar, explicar el concepto de máxima.
Una máxima es un principio que guía nuestras acciones diarias, pero que no necesariamente está en correspondencia con la ley moral universal. Yo puedo decidir robar, porque así mejoraré mi situación financiera, pero ello no quiere decir que la ley moral universal me diga que yo debo robar.
Para actuar moralmente debemos, entonces, procurar que las máximas que nos llevan a actuar en la realidad estén en correspondencia con la ley moral universal.
Y es a través de lo que Kant llama el imperativo categórico que la ley moral universal nos dice cómo actuar, pues este nos indica que debemos actuar de una determinada manera, porque ella es simplemente la adecuada.
Pongamos el caso de Omar Chehade, por ejemplo. Él sabía que el tráfico de influencias que hizo para desalojar a los trabajadores que han tomado la azucarera Andahuasi era inadecuado, pero de todas formas lo realizó. En ese caso, Chehade no ha actuado según lo que el deber le indicaba, sino en función a una máxima propia, la cual le decía que con el desalojo podía beneficiar al grupo Wong. Chehade parece haber actuado, entonces, en contra de la ley moral universal, lo cual, en mi opinión, debe ser sancionado.
Se podría discutir si Kant tenía razón y si la moral se sostiene en una norma universal que nos indica cómo actuar y que no depende de la bondad del ser humano y de las acciones correspondientes a dicha bondad; sin embargo, lo que no se puede negar es que hay normas morales en la sociedad y es correcto y adecuado actuar de acuerdo a ellas, de otro modo, caemos en actitudes reprobables para los demás y que podrían llegar a afectarles negativamente.
Chehade estaba en la megacomisión que investigará a Alan García por corrupción, pero ha renunciado, lo cual me parece adecuado. Lo que no me parece correcto es que siga en su cargo después de haber realizado un tráfico de influencias. ¿Sería mejor que renunciase? Pienso que sí, pues no podemos tener un vicepresidente inmiscuido en este tipo de cosas. Además, según las últimas informaciones, no es su único tráfico de influencias, ya que habló a favor de la empresa brasileña Andrade Gutiérrez para que le den la concesión del tren eléctrico. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar este tipo de cosas? Solamente el tiempo lo dirá.
(*) Estudiante de Filosofía y poeta

lunes, 10 de octubre de 2011

General






CULTURA POLÍTICA

El valor de los valores

Por: Ernesto Velit Granda Analista político
Lunes 10 de Octubre del 2011
Hablar de valores, a propósito del sistema, es hablar de cultura política. Al buscar definir los espacios en que se pretende ejercer la actividad política, los valores deben ocupar lugar de privilegio.
Podríamos decir que en el ejercicio de esa actividad, los sujetos se prolongan a través de los valores y se incorporan así a la dinámica del sistema. La importancia que cada uno conceda a estos valores estará en razón directa a la manera como ellos hayan penetrado en el desenvolvimiento de cada individuo y en la moral que lo condiciona.
El valor implica una cultura, una forma de expresión, una manifestación de la condición humana.
Sin embargo, no es de extrañar que muchas veces el ejercicio irracional – hasta salvaje – de la política haga que a esos mismos valores se les pretenda conceder significados más acordes con los intereses de grupo que con la correspondencia que marca la moral. Así, nuevamente la relación medios y fines se convierte en un maridaje perverso y el bien común se transforma en un valor extraño.
Hacemos estas reflexiones porque, no obstante el poco tiempo transcurrido desde el inicio del presente gobierno, ya parecen acumularse sombras y nubosidades que nos restan luz y nos dificultan la claridad.
Sabemos que una gobernabilidad no marcha si determinados parámetros como disciplina, autoridad, legitimidad, transparencia, no se cumplen en la dimensión que la ley señala. Pero todo ello, para ser auténtico, requiere acompañarse de la participación ciudadana en la redistribución del poder y en la perfección del sistema. Siempre habrá, inevitablemente, susceptibilidades afectadas.
Por ejemplo, las reacciones a la voluntad de querer democratizar el ejercicio de la diplomacia, aunque sabemos que se llegará, finalmente, a comprender y justificar.
La ley de la consulta previa, que abre horizontes de diálogo respetuoso y ensaya habilidades, las nuevas visiones en lo tributario, la política a aplicar con el gas, las coordinaciones con el trabajo fecundo de la Municipalidad de Lima, la lealtad, en suma, con el compromiso contraído.
Aquí hay espacio para el juego de valores y su responsabilidad en el ejercicio de la cultura política.
Pero frente a ellos se levantan los antivalores que, con el disfraz de defender a muchos, encubren intereses específicos y buscan llegar al poder o no abandonarlo, y pretenden enmascarar las incongruencias entre sus feudos políticos y el bien colectivo.
Los valores se trastocan cuando la improvisación, el pago de favores, la lealtad mal entendida, el parentesco, pretenden orientar la conducta de los que gobiernan y deciden por los demás. Aquí el error resulta catastrófico, y si no se tienen presentes valores y responsabilidad en la toma de decisiones no lograremos disipar las nieblas que nos envuelven hace tiempo, como una maldición bíblica. La ecología política nos enseña a tomar conciencia de esos riesgos.
De lo contrario, concluiremos, como sucede con el actual Parlamento, que todo es más de lo mismo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Enfermería, Orientación y Consejería

Internacional, 4 de setiembre del 2011

En Nombre de La Ciencia

martes, 26 de octubre de 2010

Ciencias Sociales






PUNTO DE VISTA

Peligroso relativismo ético
Por: Diego de la Torre Empresario *

Martes 26 de Octubre del 2010

La diversidad cultural es un activo, no un pasivo. Basta mirar la gastronomía peruana producto de la mezcla sinérgica de nuestras raíces andinas, europeas, asiáticas y africanas.

Asimismo, los japoneses combinaron la ciencia occidental con su predisposición cultural a concentrarse casi patológicamente en los detalles produciendo exitosos procesos de miniaturización en su industria electrónica. Esto no implica que el respeto y entusiasmo por la diversidad signifique neutralidad ética frente a ciertas manifestaciones o impactos de ciertas prácticas culturales.

Por ejemplo, no es aceptable que el modelo económico occidental basado en combustibles fósiles y que ha sacado de la pobreza a millones de personas siga contaminando el medio ambiente y generando serias consecuencias en el equilibrio ecológico del planeta.

Por otro lado, es inadmisible que por respetar la diversidad cultural se acepten las mutilaciones genitales en niñas preadolescentes que se realizan en ciertas culturas. Hay valores universales que están por encima de la diversidad como el derecho a la vida, la integridad y la libertad.

No creo en las elegantes teorías de la antropología marxista en que las estructuras económicas y el contexto geográfico condicionan inexorablemente la superestructura ética e ideológica de una cultura.

Por ejemplo, el reto climático que enfrentan los esquimales, así como la poca diversidad de la oferta productiva de su economía hacían que el “calor” sea un bien muy valorado en su cultura. Debido a este determinismo climático y económico surgió la costumbre de que uno de los mejores regalos que le hacía un esquimal a un amigo era el calor de su mujer en la noche. Esta práctica era ‘ética’ en la sociedad esquimal de acuerdo con las explicaciones de los científicos sociales marxistas. Creo que este fenómeno se puede explicar, pero jamás justificar. ¿Dónde queda la libertad de elección de la pobre señora esquimal? Podemos entender y promover la diversidad cultural, pero no debemos ser neutrales éticamente frente a hábitos y costumbres que claramente van en contra de los derechos humanos o el bien común. Otros ‘científicos’ sociales justifican prácticas de infanticidio o violencia social en ciertas comunidades con elegantes teorías y eufemismos como “peculiar respuesta cultural frente a retos demográficos o asimetrías estructurales”. La sofisticación académica no podrá nunca justificar el asesinato, la violencia ni la coacción de la libertad de una persona. Por eso, bienvenida la diversidad cultural, pero repudiemos el relativismo ético que promueve el “todo vale”.

[*] Presidente del Pacto Mundial en el Perú

viernes, 20 de agosto de 2010

Orientación y Consejería, Persona, Familia y RR.HH.








FILOSOFEMAS
¿La ambición es buena o es mala?
Por: Francisco Miró Quesada C*
Viernes 20 de Agosto del 2010

Asombroso: unas 11.545 listas están inscritas para participar en las elecciones municipales y regionales. Y casi la mitad de ellas son de personas que aspiran a la reelección. Ante una situación tan singular es lógico preguntarse cuántos de ellos están de buena fe, es decir quiénes están motivados por una sana ambición y quiénes lo están por un afán desmedido de poder y de lucro. Ser alcalde o ser presidente regional es una oportunidad de acaparar mucho dinero con escasas posibilidades de ser denunciados y ser sometidos a juicio. Así es la situación en el país.
¿Cómo saber quiénes están motivados por ambiciones malsanas y quiénes lo están por el noble afán de ayudar a sus conciudadanos a progresar y a mejorar su calidad de vida? Para ello, habría que conocer personalmente y haber tratado a todos los candidatos y además estar enterados de sus correspondientes conductas, tanto de los hombres como de las mujeres. Mas, a pesar de esta imposibilidad, es importante saber que, entre las 11.545 personas que aspiran a los cargos municipales y regionales, el número de mujeres, sin ser igual al de los varones, es bastante elevado. Este hecho significa que el tradicional machismo de nuestra población ha disminuido ostensiblemente.
La ambición de poder es inconcebible para quienes, que no son pocos, no tienen apego por la política. Sin embargo, el mundo no podría existir si no fuese porque hay ambiciosos. Puede haber ambición literaria, poética, escultórica, pictórica, musical, filosófica, militar y otras más.
¿Pero en qué consiste la ambición? La palabra “ambición” proviene del latín y, como sucede en todos los lenguajes, tiene varias acepciones. Pero hay una de ellas de acuerdo con el gran historiador romano, Sallustio, que significa afán de figuración y de poder de ser rodeado por un cortejo de aduladores y seguidores. Esta acepción permite hacer algunas consideraciones sobre lo que, según mi opinión, es la ambición. Quien tiene ambición, hombre o mujer, siente un intenso deseo de lograr un fin. El fin perseguido varía de innumerables maneras. Veamos algunas de ellas. La ambición política es el afán de tener poder. Este afán puede ser positivo o negativo. Es positivo cuando se aspira al poder para servir a sus semejantes. Es negativo cuando lo que se persigue es dominar a los demás. Es la personalidad típica del dictador y del tirano.
La ambición económica consiste en el deseo de acumular dinero. Se caracteriza por ser insaciable. Mientras más dinero se tiene, más se quiere. Pero esta característica no siempre es negativa. Porque hay millonarios que son grandes mecenas o que establecen fundaciones para ayudar a los pobres. Como sucede siempre que se trata de valores, hay dos posibilidades: positivas y negativas.
La ambición poética consiste en ser un gran poeta. Es una ambición laudable, porque la poesía es una de las creaciones que más deleitan a quienes, sin ser poetas, gozan con la armonía del sonido y con la profundidad del mensaje poético. En nuestro tiempo, la armonía ha cambiado muchísimo y hasta hay poemas que no la tienen, pero poseen un ritmo y un mensaje que pueden ser extraordinarios.
Lo mismo se puede decir de las demás artes. En la pintura, el genio se manifiesta con gran intensidad. Su evolución desde la época de los grandes genios, como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, hasta la impresionista, la cubista y la abstracta, produce diferentes impresiones en nuestros días. Algunos la aprecian, pero otros la detestan. Lo mismo puede decirse de la literatura. Del estilo claro y de fácil lectura, de novelas, como las de Anatole France o, más recientemente, de Vargas Llosa, a los complicados malabares que se encuentran en las novelas del premio Nobel turco, Orhan Pamuk, hay un largo trecho. Y como sucede siempre, hay admiradores y detractores de la nueva literatura.
Tras estas disquisiciones, termino afirmando que la ambición, para bien o para mal, es la fuerza que mueve al mundo.
(*) Codirector general

jueves, 29 de abril de 2010

Orientación yConsejería, Persona, Familia y RR.HH.



ADELANTOS TECNOLÓGICOS Y ÉTICA
La informática avanza a pasos agigantados
Por: Raúl Ferrero Costa Abogado
Jueves 29 de Abril del 2010
Vivimos permanentemente asombrados de los avances de la tecnología y la informática en un mundo que no descansa en su impulso por mejorar los instrumentos que nos sirven para perfeccionar la comunicación y hacerla más inmediata. Aunque la motivación puede no ser altruista, sino la búsqueda del lucro, lo cierto es que parafraseando a Thomas Friedman el mundo se ha convertido en plano, dejando de ser redondo, como consecuencia de los increíbles alcances de la informática moderna plasmados en la pantalla plana.
No solamente el conocimiento está más cerca de cualquiera que quiera obtenerlo, sino que la informática ha invadido nuestras vidas, al punto que quien no quiera asimilarse a su vertiginoso desarrollo puede terminar siendo muy prontamente un desubicado o simplemente alguien que vive en el pasado, sin posibilidades de surgir con éxito en el competitivo escenario que nos toca enfrentar a diario.
Este es un tema que debe ser encarado desde la escuela primaria hasta llegar a la universitaria, para que nuestra infancia y juventud tengan en el futuro la igualdad de oportunidades que consagra nuestra Constitución, sin perder de vista que la informática no puede sustituir a la educación, que debe ser el primer objetivo de todo gobierno.
El desarrollo de la informática puede ser quizás uno de los factores que más influya sobre nosotros en la vida moderna, empero, no podemos olvidar que de nada servirán los adelantos tecnológicos sin una buena educación que infunda valores y forme éticamente a nuestra juventud.
En esta década que se inicia ya no se puede vivir sin el libre acceso a Internet y a su uso sin limitaciones. El correo electrónico ha sustituido a la correspondencia por carta y, hasta en la vida profesional, ha invadido el fuero de las opiniones formales, sin sustituirlas plenamente por ahora, pero relegándolas solamente a los casos de mayor trascendencia.
También compite con la comunicación telefónica, que se utiliza para los asuntos más de toque personal, aunque el Blackberry cumple con algunos propósitos básicos de una computadora portátil para efectos prácticos. A través de Internet cualquiera puede acceder a un mundo antes muy lejano para muchas personas, en especial las de menores recursos. Por eso es que las escuelas privadas y públicas tienen que proporcionar las facilidades mínimas a los educandos, de manera que estos puedan utilizar las computadoras personales como herramientas de trabajo. Asimismo, debe existir una política general de acceso a las cabinas públicas de Internet para que la información, que ya se ha democratizado, se convierta en un bien al alcance de todos.
Si bien nada puede sustituir el contacto humano en las relaciones de negocios, profesionales, sociales o políticas, la única forma de crecer más allá del pequeño entorno que nos rodea es utilizando la modernidad para ampliar la llegada a aquello que queremos conocer y transmitir.
El actual significado del buscador de Google, la incursión del Facebook, como red social con muchísimos millones de usuarios, los blogs, el portal de videos You Tube y el Twitter que cada vez se utiliza más en las comunicaciones, son nuevas formas electrónicas de relacionarse. Barack Obama hizo acertado uso del Twitter en su última campaña electoral con los buenos resultados que se conocen. Las distintas opciones comunicativas tratan de ser cada vez más amigables, haciendo que se convierta en más necesario ingresar en este novedoso universo que está revolucionando las comunicaciones, pero siempre entendiéndose que debe ser complementario a la educación, que inculca los valores y a la cultura, que enriquece el alma.

lunes, 12 de abril de 2010









LA EFICIENCIA NO DEBE ESTAR SEPARADA DE LA DECENCIA
La ética en política
Por: Francisco Miró Quesada R Director
Domingo 11 de Abril del 2010
Si la política, en rigor el político, no es ética, entonces no es política. ¿Por qué esta asociación entre la ética y la política? En principio, la política como cualquier práctica humana debe estar sometida a la ética. Si esto no sucede, entonces el político se corrompe. La corrupción es una descomposición de nuestro comportamiento respecto a los valores en que creemos y decimos practicar.
Ética y moral significan lo mismo: costumbre. Ética se deriva de la voz griega ethos y moral del latín mores. Para relacionar el comportamiento político con la conducta moral, tenemos que saber cuáles son los valores y la lista es larga. Mencionaremos algunos como la lealtad, honestidad, verdad, libertad, solidaridad, justicia, probidad.
El filósofo alemán Kant decía que “el hombre es un fin en sí mismo y no un medio o instrumento al servicio de otros hombres”. También afirmaba que “solo las cosas tienen precio, los hombres no tienen precio porque tienen dignidad”. La ética del político consiste en respetar los valores antes mencionados, no instrumentalizar al prójimo, ni someterse al poder o al dinero. La palabra “precio” se refiere al costo de una cosa, pero también cuando una persona “se vende” por dinero y poder. Por eso muchas veces hemos dicho que los dictadores son inmorales porque atentan contra la libertad de su pueblo y la libertad es un valor.
Que el 44% de los encuestados por la Universidad Católica diga que prefiere un alcalde que haga obras aunque robe no me extraña en lo absoluto.
Hace tiempo que eso sucede, porque en los últimos años se ha producido un deterioro moral en nuestra sociedad. Pero también hay un alto porcentaje, felizmente mayoritario, que votaría por candidatos éticos, honorables y transparentes. La polarización se produce no porque haya sido planteada por Lourdes Flores, sino porque es una expresión de la realidad. Cuando se trata de ética no funciona ni el relativismo ni el pragmatismo. Somos éticos en lo privado y lo público, o no lo somos. Lo que sucede es que Lourdes Flores ha interpretado esa realidad.
No es correcto asociar pragma-tismo, que es entendido en nuestro medio como eficacia, con corrupción. Una persona corrupta puede hacer obras, pero una persona ética también. En suma lo que se requiere son gobernantes éticos y eficaces. Es el ideal y los hay, los hubo en el Perú. Es cierto son pocos, pero constituyen un ejemplo por seguir en política.
Ellos hicieron lo que hace más o menos 2.500 años Platón escribió en “La República”: “La única razón moral que justifica que una persona participe en la polis [la política] es su capacidad de servir a los demás”.
Es decir, sirvo con obras, es cierto, pero sirvo correcta y decentemente cuando mi comportamiento es ético. En consecuencia, los peruanos debemos votar por candidatos éticos y que deben o deberán hacer obras. Un inmoral en el poder y un ladrón pueden hacer obras, pero harían más si no fueran corruptos ni ladrones.
La docencia política es aquella que predica los valores en una sociedad cuando se gobierna dando el ejemplo de acuerdo con esos valores. El discurso político debe partir de la ética, de otro modo estaríamos admitiendo que el fin justifica los medios y si esta creencia se universaliza, la corrupción penetrará la vida pública como algo normal, lo que afecta el desarrollo moral, material y espiritual de la nación.



lunes, 15 de marzo de 2010

Ciencias Sociales





EDITORIAL
Ética y pragmatismo no se oponen en la política
Lunes 15 de Marzo del 2010
A siete meses de las elecciones municipales, las encuestas locales van mostrando fotografías más claras sobre las preferencias del electorado respecto de los candidatos a las alcaldías del país. En el caso de Lima, aunque las diferencias son estrechas, todo indica que Lourdes Flores Nano ha superado a su más cercano competidor, Alex Kouri, aun cuando la primera no ha oficializado todavía su candidatura al Concejo Metropolitano.
Sin embargo, más allá de las estimaciones globales, los sondeos arrojan también otros indicadores interesantes que algunos políticos se niegan tercamente a valorar, pese a que traducen lo que de manera reiterada hemos venido repitiendo en esta columna: que la ética y el pragmatismo en la política no se oponen, y que la ciudadanía demanda votar por quien ofrezca una gestión transparente y al mismo tiempo eficiente.
Por ejemplo, la encuesta de El Comercio, realizada por Ipsos Apoyo S.A., revela alentadoramente que el viejo cliché “No importa que robe con tal que haga obra” es solo eso: una frase hecha.
Y es que para el 55% de los encuestados el principal requisito del alcalde debe ser su honradez y honestidad; 43% espera que cumpla lo que prometió en la campaña y 32% pide que se preocupe por los problemas de la ciudad. Atributos que, como se ve, se complementan entre sí y que, en todo caso, destacan la importancia de la transparencia en el gobierno municipal para electores cansados de soportar autoridades envueltas en escándalos y aprovechamiento de la función y los fondos públicos.
Sin embargo, eso no es todo. El sondeo precisa que colocados en la encrucijada de votar por el más honrado versus el más eficiente, cerca del 70% de los encuestados prefieren un alcalde honesto y sin experiencia, a un eficiente con imagen de corrupto. Además, el 49% cree que el resto del electorado también preferiría un candidato honesto a un pragmático con rabo de paja.
Bajo estos resultados, que coinciden con las encuestas del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, es claro que una candidatura asociada a la lucha contra el flagelo de la corrupción la convierte en la mejor opción ante cualquier otra, aunque esta venda experiencia y preparación para administrar la ciudad y sus problemas.
Una segunda tarea para los candidatos es reconocer que las imágenes que proyectan y las percepciones que generan en la población también están íntimamente asociadas a su trayectoria política, por positiva o negativa que esta haya sido. La encuesta de la PUCP muestra que hablar hoy de Flores Nano es referirse a la lucha anticorrupción, su oposición al gobierno aprista y su experiencia política. En cambio, a Kouri se lo asocia con el régimen actual y, luego, con la posibilidad de que podría hacer una mejor gestión. ¿Cuánto pesarán estas imágenes en el electorado? Aún es temprano para lanzar una apreciación.
Lo que parece urgente es que quienes aspiren al sillón municipal tienen que empezar a sincerar sus historias de vida, explicar los puntos oscuros de su pasado en la gestión pública y la solidez de sus principios; presentar su agenda de gobierno y los alcances de una gestión que, además de eficiente, tiene que ser limpia.

miércoles, 1 de julio de 2009

Religión, Orientación y consejería


Fuente: Catholic.net

Autor: Padre Oscar Pezzarini Fuente: www.feliceslosninos.org
A contramano
Estamos en una etapa de permitir lo que sea en el terreno moral y terminamos viendo y aceptando como normal cualquier tipo de actitudes


Es la sensación que nos queda muchas veces a quienes tratamos de vivir llevando a la práctica aquellos valores que nos han ido inculcando desde niños, sea en la familia como en la escuela, o en los mismos ambientes donde hemos ido creciendo. Nos parece estar como “desubicados” en este mundo, como que vamos a “contramano”, como que estamos en un mundo que ya no es el “nuestro”.

Ante la diversidad de costumbres y actitudes que han ido cambiando, queda a muchos la sensación de que si bien pareciera que “no hay más remedio” que aceptar esta situación, sin embargo no vemos que la vida de la mayoría haya mejorado. Tampoco es cuestión de estar permanentemente “añorando” los tiempos pasados como si efectivamente fueran de verdad mejores.

Creo que lo más lamentable es que nos vamos como acostumbrando a que “las cosas son así” y como que no se puede hacer nada.

Estamos en una etapa de permitir lo que sea en el terreno moral, por ejemplo, y bajo el pensamiento de que “es el mundo moderno”, terminamos aceptando cualquier realidad que se nos pueda presentar y sugerir, y terminamos viendo y aceptando como “normal” cualquier tipo de actitudes que antes repudiábamos y hasta condenábamos.

Si vamos al terreno de lo familiar, es verdad que han cambiado y para bien muchas actitudes en las relaciones padres-hijos, pero no siempre para poder dialogar más cercanamente, compartir momentos, sino que se va llegando a una desnaturalización del lugar y responsabilidad de cada uno, que no ayudan al desarrollo y crecimiento de los chicos.

Si hablamos en el plano de la educación, la falta de trasmisión y ejercicio de los valores profundos, propios del ser humano, hace que no se pueda crecer y avanzar en lo que es el respeto entre las personas, el sentido de autoridad como aquel que ayuda a que el otro crezca y donde muchas veces hasta se llega a que se confundan los roles de cada uno.

Ni referirnos al “vocabulario” que se utiliza en determinados lugares y ambientes desde donde deberían enseñarnos a expresarnos correctamente como signo del respeto entre nosotros.

Y si hablamos de cuestiones de la Fe, bueno, si bien siempre el mensaje de Jesús ha ido contra la corriente, nos damos cuenta que ahora lo es cada vez más.

Es verdad y debemos entender que es normal que el mundo cambie, que puedan evolucionar algunas costumbres, lenguajes, etc., pero lo sorprendente es que cuando ese cambio no es positivo, no es para que vivamos y seamos mejores, quienes quieren vivir desarrollando los profundos valores del hombre, terminan siendo los “mal mirados” y “desubicados” ante una sociedad que parece resignarse a que todo tiene que ser inevitablemente así.

Padre Oscar Pezzarini
Superior Provincial de la Obra Don Orione en Argentina, Paraguay, Uruguay y México

lunes, 22 de septiembre de 2008

Economía y ética


Artículo publicado en el suplemento Domingo del diario La República el 21 de septiembre del 2008




Libro Economía. Primero la gente
"Si la ética y la economía se articulan pueden surgir alternativas que signifiquen mejoras en la vida de las personas". Esa es la principal premisa de un libro de título similar al de este artículo, escrito por el Nobel de Economía Amartya Sen y el economista argentino Bernardo Kliksberg. Ambos académicos y humanistas cuestionan desde la ética del desarrollo la falta de equidad en la distribución de la riqueza planetaria.
Por: Raúl Mendoza.
En la actualidad el 10% más rico del mundo es dueño del 85% del capital mundial, mientras que el 50% de la población mundial sólo es dueño del 1%, según la última medición de Naciones Unidas. Tomemos otro dato: Con los recursos que hoy existen en el planeta se podría alimentar fácilmente al doble de la población mundial, es decir, unos 13 mil millones de personas. Sin embargo, 845 millones padecen hambre. ¿Por qué esa asimetría entre los más privilegiados y la vida miserable que viven millones de personas? La respuesta está en el profundo desajuste que existe en la organización social del mundo, en donde se privilegian los intereses económicos por sobre la vida de la población. El libro "Primero la gente. Una mirada desde la ética del desarrollo a los principales problemas del mundo globalizado" señala que el desarrollo no es tal si el avance no es igual para todos, cuestiona el modelo capitalista y hace propuestas contra la desigualdad.
A la globalización le falta equidad

RICOS Y POBRES. La desigualdad económica es más notoria en algunos países como Brasil. En la vista, Río de Janeiro con sus favelas y edificios de gente adinerada al frente.

FRUSTRADOS. La mayoría de jóvenes de países en desarrollo no completan los estudios y deben trabajar desde adolescentes.

MIGRACIÓN. Fenómeno de la desigualdad.

POBREZA. Los niveles de extrema pobreza en zonas rurales alcanzan al 80% de la población en América Latina. El acceso a la salud y educación casi no existe para ellos.
Para el Premio Nobel Amartya Sen la globalización puede ser positiva y es un error verla como un rasgo del imperialismo. Señala que las interrelaciones económicas globales y la tecnología moderna han tenido y tienen influencia en la superación de la miseria. El principal desafío de la globalización es más bien dar buen uso a ese intercambio. "No es suficiente comprender que los pobres necesitan la globalización tanto como los ricos, también es importante cerciorarse que en realidad obtengan lo que necesitan", dice. En la mayoría de los casos, eso no ocurre. "El capitalismo global está más centrado en ampliar el dominio de las relaciones de mercado que, por citar un ejemplo, en el establecimiento de la democracia, la expansión de la educación primaria o en mejorar las oportunidades sociales de los menos favorecidos", explica Sen.
¿Qué hacer? Según el Nobel indio se debe lograr, a través de "acuerdos institucionales globales" favorecer el comercio equitativo, los intercambios educativos, la difusión tecnológica, las limitaciones ecológicas y ambientales, el tratamiento justo de las deudas acumuladas. También hace un llamado urgente para el control de la venta de armas. "Los países del G-8 han vendido el 87% del suministro total de armas en el mundo", dice. Ello provoca miseria en muchas regiones, lo que acaba siendo responsabilidad de los países ricos. ¿Deben las economías manejarse sin tener en cuenta estos conceptos éticos? No. Para Sen, la globalización merece una defensa razonada, pero también necesita urgentes reformas que otorguen participación equitativa a los pobres.
América Latina: enormes desigualdades
No obstante que muchos países de América Latina –entre ellos el Perú– anuncian que en los últimos años han logrado positivos niveles de crecimiento, la desigualdad entre ricos y pobres sigue siendo enorme. La población pobre en la región pasó de 136 millones a 209 millones en las dos últimas décadas. En el Perú la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre es de 40.5 veces. Para Bernardo Kliksberg, coautor del libro, la desigualdad se nota sobre todo en el acceso a la salud y la educación. El libro abunda en cifras para demostrar su afirmación, pero solo damos un ejemplo: la mortalidad materna de Bolivia y Perú es superior en 80 veces a la de Italia y 100 veces a la de España. "Es la región más desigual del orbe", dice Kliksberg. Ojo, no somos la región más pobre o menos desarrollada, pero si la más desigual. Leer articulo completo