Mostrando entradas con la etiqueta Exámenes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Exámenes. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de mayo de 2022

Un año sin pruebas

Un año sin pruebas
Eliminar las evaluaciones sumativas de la práctica educativa puede hacer que la clase sea más interesante, atractiva y libre de estrés para los estudiantes.
Testimonios: “Me encanta que no tengamos pruebas aquí. Me encanta que no me siento estresado y preocupado todo el tiempo porque me estoy perdiendo un detalle crítico que se preguntará en una prueba más adelante”.
“Desearía que todas mis clases tuvieran la política de no tomar exámenes. He aprendido más en esta clase en lo que va del año que en cualquier clase que tomé el año pasado. Creo que la libertad de aprender a mi propio ritmo es genial”.
“Es muy divertido aprender cuando no tengo que preocuparme por reprobar y sacar malas notas. Eres muy paciente y aprecio el ambiente relajado de esta clase”.A Year of No Testsedutopia.org

 




lunes, 18 de julio de 2016

Educación





BBC Mundo

¿A quién se le ocurrió inventar los exámenes?

En el siglo VII a.C., China estableció un examen tan arduo y complicado que no era extraño que algunos participantes muriesen

¿A quién se le ocurrió inventar los exámenes?
Ilustración del examen imperial de China. (Foto: CREATIVE COMMONS/BBC)
"Llevo 40 años teniendo pesadillas en las que voy a un examen y me doy cuenta de que me preparé para un tema distinto. O miro el examen y está en un lenguaje que nunca he visto antes. O tomo mi lápiz para contestar, pero no puedo escribir la palabra que quiero", revela Simon Goldhill, director de Estudios Clásicos en King's College, Londres.
"Es mi sueño recurrente por excelencia: tener que hacer un examen de matemáticas o de alguna asignatura que no sé. ¡El horror de tener que presentar un examen para el que no te preparaste!", señala el comediante Richard Herring.
Por suerte, te despiertas, aunque tremendamente agitado y hasta con escalofríos.
Yo no he tenido que hacer un examen por décadas pero, como miles de otros, todavía tengo pesadillas como esa.
Ahora, como profesora de Estudios Clásicos en la Universidad de Cambridge, estoy oficialmente al otro lado del proceso, y lo que me ha intrigado durante los 40 años que he estado enseñando es cómo los exámenes y sus graciosos rituales se metieron en nuestra psiquis colectiva.
-¿Dónde, cuándo y por qué?-
No olvidemos que a algunas culturas les ha ido perfectamente bien sin ningún examen. La antigua Roma era feliz libre de exámenes. Y países como Reino Unido no tuvo los exámenes escritos como los que conocemos hasta el siglo XIX; antes de eso, la mayoría eran orales. A quienes debemos agradecerles -o culparlos- por este invento en particular es a China.
En el siglo VII a.C. crearon una difícil prueba durante la cual algunos enloquecían y otros morían".
"Hay imágenes de las salas de exámenes de provincia, con fila tras fila de celdas abiertas por un solo lado", cuenta Peter Bol, de la Universidad de Harvard, quien es un experto en esos primeros exámenes.

Esas casetas con cortinas blancas y letras chinas son las celdas donde se tomaban los exámenes imperiales de China.
"En las celdas separadas no podías copiar de otro. Entrabas, traías algo en qué dormir, te daban un orinal, tenías un escritorio, tinta y te sentabas, luego te entregaban el examen y empezabas".
El sistema de examen imperial chino -como se llamaba- duraba 3 días y noches, y versaba más que todo sobre clásicos de Confucio.
Había quienes no lograban llegar al final. Si un candidato moría, las autoridades envolvían su cuerpo en una estera de paja y lo tiraban al otro lado de los altos muros que rodeaban el complejo. Y es que los exámenes eran increíblemente competitivos.
"Tenemos evidencia de que en 1250, alrededor de 450.000 personas participaban en estas pruebas, pero solo entregaban 600 diplomas", señala Pot.
"¿Por qué los hacían? ¿Por qué invertían tanto, muchos años de educación, tutores privados y todos los gastos que involucraba eso si es que la vasta mayoría no iba a tener éxito?", se pregunta, y contesta: "Lo hacían porque les daba estatus, reconocimiento, conexiones y membresía en la élite local".
"Si me pidieran que señalara un logro extraordinario de China, diría el haber establecido el valor de los exámenes para la participación en la vida nacional y pública", declara el experto.
No estoy segura de si fue un logro o un autogol, pero el objetivo de ese sistema chino era noble.
Al crear esos primeros exámenes, no estaban solo separando la paja del trigo, sino tratando de hacerlo según una medida justa de las habilidades, no de acuerdo a la posición social o riqueza del candidato.
Eso, se supone, es lo que seguimos haciendo, sin embargo aún no entiendo.
-¿Qué estamos poniendo a prueba y para qué?-
A pesar de sus pesadillas, Simon Goldhill piensa que las pruebas académicas "son una buena prueba de tu habilidad para procesar y empaquetar una gran cantidad de información de una manera eficiente e ingeniosa".
Pero, "te dicen muy poco de tu capacidad como profesional. Y todos sabemos que los mejores alumnos no necesariamente obtienen los mejores resultados en los exámenes".
"Para lo que sí sirven, en mi opinión, es para prepararte para muchas cosas en la vida: si te va muy bien en los exámenes, te puede ir bien en otras cosas", dice Goldhill.
-No obstante...-
La lista de la gente que ha hecho cosas maravillosas en su vida a pesar de que no les fue bien en los exámenes es larga. En la universidad, Charles Darwin, por ejemplo, estaba demasiado ocupado buscando escarabajos para prestarle atención a las asignaturas que no lo aburrían. ¿Cómo serían los exámenes en su época?
"No se parecían a los de hoy en día", le dice a la BBC Gillian Cooke, archivista del Cambridge Assessment, que guarda tesoros de historia de los exámenes.
"Hacían exámenes sobre electricidad, magnetismo, navegación, calor, luz, higiene".
Aunque están guardadas las preguntas no quedó registro de las respuestas. Lo que sí podemos ver son los reportes de los profesores y, dice Cooke, "en ese tiempo eran muy directos; brutales".
"Rara vez dieron respuestas satisfactorias a las preguntas sobre las peculiaridades gramaticales", indica.
"Muchos candidatos tuvieron pocos escrúpulos a la hora de escribir puras tonterías", agrega.
-Aún no entendemos para qué son-
Hay mucha evidencia de que los exámenes no son buenos para predecir el futuro.
No solo está el caso Darwin, quien en su autobiografía escribió: "Intenté matemáticas (...) Me repugnó, principalmente porque no pude encontrar ningún significado en los primeros pasos de álgebra".
El inventor del teléfono Alexander Graham Bell, según su biógrafo, "disfrutaba del ejercicio mental" de las matemáticas, pero una vez entendía el método "se aburría y descuidaba la respuesta final", lo que se reflejaba en sus calificaciones.
El inventor Thomas Edison llegó a decir: "Puedo contratar matemáticos, pero ellos no me pueden contratar a mí". Y estos son apenas unos pocos.
-¿Entonces?-
Tras explorar nuestra cultura de exámenes, estoy dispuesta a desafiar a cualquiera a que defienda la enorme cantidad de tiempo, dinero, estrés y esfuerzo que invertimos. Quizás sea necesario, pero es un sistema ciertamente defectuoso.
No tengo ninguna solución radical para ofrecer, excepto sugerir que nos relajemos un poco.
A los historiadores del futuro esta costumbre seguro les va a provocar tanto asombro como a nosotros los exámenes imperiales chinos.
Y se preguntarán por qué estuvimos dispuestos a someternos y someter a nuestros niños a tal calvario.

lunes, 14 de noviembre de 2011

General




Minedu aplicará pruebas para saber cuánto aprenden nuestros estudiantes

jueves, 6 de octubre de 2011

Ciencias Sociales






PUNTO DE VISTA

Educación: así es el Perú

Por: Waldo Mendoza Economista (*)
Jueves 6 de Octubre del 2011
Según la última evaluación de la calidad de la educación (Program for Internacional Student Assessment, PISA 2009), el nivel de nuestros jóvenes de 15 años que están concluyendo sus estudios escolares es de los peores en el mundo y, además, nuestro sistema educativo es de lo más injusto. La administración actual no ha dado señales, hasta ahora, de querer enfrentar este problema.
Según la interesante Nota de Estudio 47 publicada por el Banco Central de Reserva del Perú, en la evaluación PISA 2009 nuestros estudiantes están mejor que en el 2000, pero su nivel sigue siendo penoso.
Entre 65 participantes, ocupamos el puesto 63 en comprensión lectora y matemática, y el puesto 64 en ciencias naturales. Además, la brecha en el puntaje promedio obtenido en la prueba de comprensión lectora entre alumnos del campo y la ciudad es de las más altas en América Latina. Nuestro nivel educativo es deplorable y, además, injusto.
¿Qué se puede hacer? Una vía es emular las experiencias mundialmente exitosas. Muchos creen (ver la revista Smithsonian de setiembre) que el modelo educativo de Finlandia es el ideal.
¿Cómo es la educación escolar en Finlandia para que sus estudiantes ocupen los primeros puestos en las últimas evaluaciones PISA y para que, además, la brecha entre los mejores y los peores estudiantes sea la más pequeña en el mundo?
Primero, el Estado está a cargo de la educación escolar. Segundo, hay un currículum nacional que proporciona normas generales y los profesores tienen amplia libertad para adaptarlas. Tercero, el Gobierno hace las políticas para garantizar que la calidad de la educación sea exactamente la misma en el campo y en la ciudad. Cuarto, los profesores son seleccionados entre el décimo superior de los egresados de una maestría especial para profesores, con financiamiento estatal. Quinto, los sueldos de los profesores son de los más altos dentro del sector público.
Como se ve, se necesita de un modelo educativo especial y, por supuesto, de harto dinero. Lo que no está en el presupuesto no existe.
Mirando el presupuesto 2012 para Educación y las proyecciones de presión tributaria del actual gobierno, uno se pone a pensar en las promesas de las últimas décadas. Con Belaunde fue el “quinquenio de la educación”, con Toledo “la educación como prioridad A1” y el presidente Humala prometió una “revolución educativa”. Así es el Perú.
(*) Jefe del Departamento de Economía de la PUCP

jueves, 10 de junio de 2010

General







TECNOLOGÍA. ALTERNATIVA PARA EL DICTADO DE CLASES.

Programa no deja copiar en exámenes

Jueves 10 de Junio del 2010

LONDRES [REUTERS]. Los estudiantes británicos pronto podrían tener la oportunidad de hacer sus exámenes universitarios en sus propios dormitorios a cualquier hora del día o de la noche, sin poder copiarse.

La compañía Software Secure desarrolló un programa que está diseñado para asegurar que los estudiantes sean honestos al hacer un examen, al mantenerlos bajo vigilancia y cortarles el acceso a cualquier material para copiar. El software primero bloquea el uso de todos los archivos y de Internet que no sean necesarios de manera específica para el examen.

Después pide una huella digital para comprobar que el candidato es la persona adecuada y utiliza una grabación de video y audio para asegurar que el estudiante sigue las condiciones del examen durante toda la duración de la prueba.

SEPA MÁS
La University of Wales Institute ya está experimentando el sistema y otros centros de estudios del Reino Unido seguirían su ejemplo.

Varias universidades de Estados Unidos ya tienen instalado el software.