En
algún momento hemos escuchado -o nos han dicho- que debemos hacer lo
que nos apasiona. En el mejor escenario, analizamos la frase antes de
ingresar al mundo laboral. Sebastián Chumbe escuchó ese dicho mientras
estaba en una capacitación de trabajo. Cuando empezó a reflexionar sobre
ello, entendió que lo suyo no era el área de mercado externo en una
renombrada empresa energética y petroquímica.
Rememoró
su infancia y recordó un pasaje en especial: cuando tenía cinco años,
allá por el 94, su papá le regaló una edición de Atlas que sacó El
Comercio. “Desde niño me gustaba leer sobre los países. Estaba todo el
día, de arriba para abajo, con mi Atlas”. Decidió, entonces, aprovechar
su gusto por los mapas y mezclarlo con su habilidad por crear cosas.
“Veía bastante YouTube. Me di cuenta que había buen contenido de todo
tipo. Ahí se me ocurrió que yo también podía hacer algo”.
En
febrero de 2018 creó un blog donde contaba la historia de los países.
Cuando publicó su primer post en Facebook, superó las 30 mil reacciones
(entre vistas, comentarios y compartidos). “Como vi que le fue bien,
decidí hacer otro [post]. Justo era la época del Mundial, decidí
aprovechar y hacer la historia de Rusia”, cuenta. El resultado: un éxito
total. Eso lo motivó a crear -a mediados del año pasado- el canal ‘El
mapa de Sebas’ en YouTube.
-NUEVOS HORIZONTES-
Lo
que Sebastián propone es bastante peculiar: resumir la historia de
países e imperios en videos de entre 15 a 18 minutos. Su primer video,
cómo no, fue sobre la historia del Perú. “Como no sabía mucho de
edición, imprimí los mapas y yo mismo los trazaba a mano. Ponía un poco
más de dinamismo a la historia para evitar que la audiencia se aburra”,
recuerda entre risas.
El
proceso, claro, fue complejo. No solo porque debía locutar, grabar,
editar y publicar él mismo, sino porque todo eso lo hacía mientras
trabaja en la empresa multinacional. “Llegaba a mi casa a las 6:30 p.m. y
me quedaba trabajando hasta las 10 p.m. No tenía ningún problema porque
es algo que me gusta. Sábados y domingos también. Todo el 2018 no viajé
porque me dediqué al canal”, admite el creador de contenidos de 30
años.
En
el camino aprendió, además, a comunicarse con su audiencia. “En los
primeros videos llegaba a tener entre 15 a20% de dislikes. Ahora que ya
estoy aprendiendo, hablo en diferentes perspectivas y ahora el
porcentaje no pasa del 5% de dislikes. Son gajes del oficio y se aprende
a lidiar con eso”. Al tener más espectadores -de entre 20 a 35 años que
estén interesados en las ciencias sociales- renunció en abril de este
año al trabajo de oficina para, finalmente, dedicarse a lo que más le
gusta.
Todo sacrifico tiene su recompensa. La de Sebastián fue el impacto de sus videos. Las vistas oscilan entre 400 mil a 500 mil. Recientemente, el canal llegó a los 100 mil suscriptores y YouTube le envió un reconocimiento: la botón de plata. “Ahora estoy apuntando al botón de oro, que es [cuando se llega] al millón. Cuando llegue al botón de oro, voy a querer llegar al botón de diamante (10 millones). De que se puede, se puede”. Así que preste atención, que la clase está por comenzar. //