«La buena información que está oculta es inútil; la mala información que está fácilmente disponible es nefasta»
miércoles, 21 de julio de 2021
lunes, 12 de noviembre de 2012
miércoles, 5 de septiembre de 2012
jueves, 25 de agosto de 2011
Ciencias Sociales
“Jóvenes participan en política a través de las redes sociales”
¿La masificación de las TIC obliga a los gobiernos no solo a mirarlas, sino también a adoptarlas?
Son un fenómeno ineludible que los gobiernos, los parlamentos y la sociedad civil deberían afrontarlo por varias razones. Primero, porque la gran mayoría de las elecciones se ganan por pocos puntos y entonces uno debería luchar en todos los frentes. Segundo, otro porcentaje importante de jóvenes y profesionales están cada vez más conectados, por ejemplo, a las redes sociales, desde donde reciben información política. Tercero, los actores políticos siempre están conectados. En el ámbito de gobierno, se debe escuchar para saber qué piensan algunos ciudadanos, que tienen capacidad de influencia en los demás.
¿Cómo observa la relación entre los jóvenes y las redes sociales?
En la gran mayoría de nuestros países el Parlamento y los partidos políticos están desacreditados. Se pensaba que esta situación se debía a la falta de interés de los jóvenes en la política. Pero ahora sabemos que ello no es así. Sí les interesa participar, pero no con las actuales organizaciones. Y hoy cuentan con las redes sociales, las cuales se han convertido en un importante vehículo mediante el cual manifiestan sus inquietudes, molestias, que quizás al principio lo harán como una catarsis y desorganizadas, pero en muchas ocasiones terminan organizándose, tal como lo hemos visto en España o Francia.
¿Hoy más que nunca la ciudadanía en general cuenta con mayores herramientas de comunicación?
Lo que pasa es que la ciudadanía ahora sí tiene un mayor poder de autoorganización, lo cual resulta difícil comprarlo con otros momentos. Un grupo importante de ciudadanos ya no está interesado con formar parte de las instituciones convencionales, ahora tienen otras opciones como organizar una asamblea con mayor facilidad y demostrar fortalezas y hasta convertirse en otros actores principales para sentarse en una mesa y conversar sobre un determinado tema.
Transparencia fundamental
¿El Estado tiene que ser más transparente en su trabajo?
La transparencia debe abordarse desde dos dimensiones. una, referida a la rendición de cuentas ante el ciudadano, y en la otra se debería conocer la agenda de trabajo del candidato elegido. Los ciudadanos muchas veces no saben realmente qué hacen sus parlamentarios elegidos. Es importante darle la oportunidad para que participe en este nuevo proceso de comunicación.
¿Crees que los gobernantes en nuestra región están escuchando a los nuevos medios?
En las campañas se ha entendido más rápido el impacto de las redes sociales. En los gobiernos estamos un paso atrás, porque solo emplean twitter, por ejemplo, para decir lo que se informa en una nota de prensa tradicional. Deberían existir servicios en línea para que la gente participe más.
lunes, 30 de mayo de 2011
Orientación y Consejería
Ayúdelos a decir no al alcohol
Pero el alcohol es una droga y los padres son los llamados a orientar a sus hijos sobre los efectos nocivos de esta sustancia y sobre el riesgo de dependencia que también implica.
¿Cómo hacerlo? Milton Rojas, coordinador del programa Lugar de Escucha de Cedro, aconseja a los padres tener una posición clara sobre el consumo de alcohol, en el sentido de que no es ni será importante en la vida. Para que los chicos aprendan a decir No cuando deben hacerlo, plantea fortalecer su autonomía y autoestima y eso se logra con espacios de comunicación y respeto mutuo. Eduardo Haro, gerente de prevención y rehabilitación de Devida, recuerda a los padres que el consumo de alcohol está vinculado al inicio temprano de actividad sexual sin protección.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Ciencias Sociales

DISYUNTIVAS ENTRE EL MERCADO Y LA EDUCACIÓN
Empresas deben evaluar los currículos estudiantiles
El 46% de los jóvenes limeños trabaja en una ocupación distinta
Jueves 2 de Setiembre del 2010
Cada vez son más los jóvenes que al salir de sus centros de estudios se enfrentan a la falta de puestos de trabajo en las carreras que cursaron. Y es que, hasta el momento, existe un divorcio entre la demanda del mercado laboral y la oferta formativa de los centros de estudios.
Ante este panorama, el 46% de los jóvenes limeños trabaja en una ocupación que requiere un menor nivel de formación que el que adquirieron, según el Ministerio de Trabajo.
Para Wolfgang Schlegel,director del Instituto para la Formación Profesional, Políticas Sociales y de Mercados Laborales – INBAS Alemania, una solución podría ser que la evaluación de los estudiantes, al momento de egresar, esté a cargo de representantes del sector empresarial y no solo de sus maestros.
Es más, se debería traducir los estándares empresariales a los currículos estudiantiles y de esa forma actualizarlos.
Esta idea también la comparte Gustavo Yamada, profesor de la Universidad del Pacífico, quien agrega que los representantes del sector empresarial deberían pertenecer a los comités consultivos y consejos directivos de los centros educativos, como sucede en el caso de Tecsup.
Pero otro problema que se ve en el mercado –señala Yamada– es que a pesar de haber muchos centros de educación superior, la calidad educativa de la mayoría es muy deficiente.
Para mejorar esta situación, las instituciones deben ser acreditadas por un ente externo, una práctica que –indica el profesor universitario– están implementando solo los centros educativos top del país.
LAS CIFRAS162 carreras profesionales se ofrecen en las 98 universidades públicas y privadas del país.
12% de las empresas demanda profesionales en administración de empresas, la carrera más pedida según Trabajando.com
Enfermería, Orientación y Consejería

El exceso de alcohol, cafeína, gaseosas, grasas y condimentos, así como no tomar desayuno, son los principales factores de riesgo de esta enfermedad
El exceso de alcohol, cafeína, gaseosas, grasas y condimentos, así como no tomar desayuno, son los principales factores de riesgo de esta enfermedad
Jueves 02 de septiembre de 2010
No es extraño que las personas, en especial los jóvenes, se quejen de molestias gástricas como ardor en el estómago, sensación de llenura, a pesar de no haber comido mucho, y otros síntomas que afectan sus actividades académicas o laborales.
Estos síntomas son característicos de una inflamación gástrica conocida como gastritis, enfermedad que puede afectar a personas jóvenes con malos hábitos alimenticios y estilos de vida inadecuados.
El doctor Jorge Cárdenas, gastroenterólogo de la clínica Internacional, define la gastritis como “la inflamación del estómago, producida por la bacteria ‘Helicobacter pylori’, que se aloja en las paredes que revisten este órgano, y produce molestias como ardor o dolor en la boca del estómago, eructos, hinchazón del abdomen, náuseas, boca amarga, mal aliento, entre otros”.
Faviola Jiménez, directora de la Red Peruana de Alimentación y Nutrición, advierte que “el consumo de alimentos infectados por ‘Helicobacter pylori’, debido a una mala manipulación de las comidas, horarios inadecuados de alimentación, no tomar desayuno y la ingesta exagerada de alcohol, cafeína, gaseosas, cigarrillos, grasas, condimentos y medicinas; son los principales factores de riesgo que podría ocasionar la gastritis”.
Ambos especialistas concuerdan en que el estrés y el ritmo de vida acelerado también predisponen a las personas jóvenes a sufrir esta enfermedad. Por ello, el doctor Cárdenas recomienda realizar actividades físicas saludables y comer pausadamente para disminuir el estrés.
Asimismo, Jiménez le sugiere a los jóvenes que, durante períodos críticos de la enfermedad, lleven una lonchera nutritiva hecha en casa.
EL ALCOHOL AFECTA EL ESTÓMAGO
“Lamentablemente, cada vez son más los jóvenes que ingieren grandes cantidades de bebidas alcohólicas no solo los fines de semana, sino también los demás días. Este mal hábito puede inflamar la mucosa gástrica y producir un sin número de molestias, como dolor en la boca del estómago, irritación, colitis, entre otros”.
“Aunque el consumo de alcohol no es recomendado, es preferible que los jóvenes no beban con el estómago vacío, a fin de no dañar aun más su mucosa gástrica. Asimismo, la comida no debe ser abundante ni muy condimentada”, señala.
PARA TENER EN CUENTA
Procure incrementar sus porciones de comida (5 a 6 diarias) pero en cantidades pequeñas. Asimismo, no se salte comidas y respete los horarios.
Si tiene gastritis, evite comer especias, mayonesa, mostaza, ketchup, mantequillas, vinagre, bebidas gasificadas, frituras, tabaco, alcohol, embutidos, café solo o con leche y alimentos muy condimentados.
jueves, 8 de julio de 2010
Orientación y Consejería, Ciencias Sociales

LA LEY DE MODALIDADES FORMATIVAS ASÍ LO DISPONE
Practicantes deben percibir al menos el sueldo mínimo vital
Estudiantes solo deben trabajar un máximo de 30 horas a la semana
Por: Claudia Paan
Jueves 8 de Julio del 2010
Para un joven universitario, ingresar al mercado laboral puede ser un paso muy difícil ante las pocas oportunidades que ofrecen las empresas. He ahí la importancia del acceso a las prácticas preprofesionales. Pero ¿cómo es este acuerdo?
Según la ley de modalidades formativas laborales, el practicante preprofesional no debe trabajar más de 30 horas a la semana, debe tener vacaciones anuales de 15 días, contar con un seguro de salud y recibir una remuneración superior al sueldo mínimo (S/.550). Sin embargo, en la realidad muchas veces eso no ocurre.
HORAS DE MÁSUno de los puntos que la mayoría de empresas incumple en el caso de prácticas preprofesionales es la cantidad de horas de trabajo.
Y es que se olvida la finalidad de estas modalidades de contratación: preparar al estudiante para ingresar al mercado laboral, por ello la ley prioriza los estudios del joven y solo le da 30 horas como máximo para que labore, sin importar el rubro al que pertenezca la empresa.
Para el laboralista Víctor Ferro, en este punto la norma es muy rígida, dado que existen períodos en los que los jóvenes no asisten a clases, como las vacaciones de verano, en las que podrían laborar por más horas para aprovechar al máximo la práctica.
Por su parte, el laboralista Ricardo Herrera señala que en el caso de un practicante profesional este límite de tiempo de servicio se extiende a un máximo de 48 horas, dado que ya no se encuentra estudiando.
En ambos casos, tanto Ferro como Herrera consideran que al no estipularse una jornada completa no es factible el pago de horas extras.
MANO BARATAOtra de las diferencias entre los dos tipos de practicantes es el tiempo de servicios. El laboralista Orlando de las Casas explica que mientras un egresado puede laborar por un año, el preprofesional lo puede hacer durante todo su tiempo de estudios.
Es quizá esta figura la que aprovechan algunos empleadores para darles mayores responsabilidades sin invertir mucho en el sueldo.
Para Herrera, al buscar una mano de obra barata, las empresas desvirtúan el carácter formador de las prácticas de trabajo.
Algunas van más allá. Ferro comenta que ciertas empresas han presentado ante el ministerio a trabajadores bajo la categoría de practicantes cuando no lo eran.
Ahora —explica—hay un mayor control al momento de inscribir al joven, ya que se exige la intervención del centro de estudios al estipularse un convenio directo con la empresa contratante.
De las Casas señala que la institución lleva un registro en el que se estipulan las horas de trabajo, pagos de sueldos y otros beneficios. Por ello, el laboralista considera que es muy difícil que una empresa incumpla estas normas. Más bien, cuestiona sí que sea fácil para un empleador desvincularse de un practicante, sin explicar los motivos.
Por el lado de las remuneraciones, los laboralistas consultados señalaron que el nivel de sueldos dependerá de las escalas que cada empresa maneje; por lo que en este punto no hay una diferencia entre cada tipo de practicante.
EN CLAVEEmpresas en la miraDurante la inspección, las empresas deben presentar el registro de practicantes, donde se verificará la duración y el tipo de convenio que se celebra. En algunos casos, los inspectores pueden preguntar a los demás trabajadores si hay practicantes laborando.
Si una empresa infringe las especificaciones que estipula la ley sobre modalidades formativas, la autoridad de trabajo puede sancionarla económicamente y exigir que se incluya en la planilla al joven no como practicante, sino como un trabajador más.
lunes, 14 de junio de 2010
Orientación y Consejería, Psicopedagogía

PUNTO DE VISTA
Porque te quiero, te digo que no
Quién iba a imaginar, en los turbulentos años 70 —pasada ya la revolución de París de Mayo del 68, en que los chicos reclamaban a gritos la imaginación al poder y la prohibición de prohibir— que 40 años después los adolescentes reclamarían más autoridad a sus padres y maestros.
Una encuesta realizada en Francia, a pedido de la Asociación de padres de alumnos de la enseñanza libre, ha arrojado este inesperado resultado: el 79% de los jóvenes manifiesta un sentimiento positivo hacia la autoridad, y 6 de cada 10 chicos juzgan que la autoridad, tanto en el círculo familiar como en la escuela, es insuficiente.
El resultado es más sorprendente aun cuando verificamos que solo el 66% de los padres acepta o se siente cómodo con la autoridad. El mundo al revés.
Estos adolescentes que hoy reclaman más autoridad son, justamente, los hijos y nietos de los “soixanthuitards”, que exigían más tolerancia a una sociedad extremadamente constreñida por las normas, en la que los niños no tenían derecho a la palabra y solo debían obedecer.
Vino entonces la ruptura de normas, la liberación de las costumbres y la permisividad de los padres, que ocasionaron el empoderamiento de los jóvenes, con todos los derechos y sin ningún deber que cumplir. Los padres, confundidos, no supieron cómo implantar el principio de autoridad, sin volver al autoritarismo de los viejos tiempos que ellos habían repudiado.
Los adultos lo saben. En la encuesta, el 82% de padres de chicos en edad escolar declaran que falta autoridad, tanto en la casa como en la escuela.
Curioso resultado encontramos cuando padres y alumnos responden sobre los profesores: el 65% de los jóvenes y el 66% de los padres piensan que los maestros tienen dificultad para imponer su autoridad. Una situación que se agrava porque, justamente, el 65% de los padres no reconocen esa autoridad.
Y así, entonces se da el caso de que cuando los profesores quieren imponer el principio de autoridad son desautorizados por los padres de familia, que apoyan a sus hijos solo por evitar un conflicto en la casa, con lo que se exacerba el círculo vicioso de la permisividad sin límites. Tanto así que una tercera parte de los adolescentes entrevistados señala que sus padres no saben decir no y están desesperados.
La adolescencia es una edad en la que se experimentan muchos cambios que producen angustia —a los jóvenes y a los padres—. Los adolescentes requieren de personas que los estructuren en su búsqueda de identidad y que los contengan cuando tienden a desbordarse. La ausencia de límites puede ser interpretada por ellos como carencia de afecto.
Algunos padres preconizan ahora el retorno al palmazo, a los gritos, a un autoritarismo que se confunde con la tiranía y que nada tiene que ver con los sanos límites que se imponen con coherencia, respeto, amor y, por supuesto, firmeza.
domingo, 13 de junio de 2010
Orientación y Consejería
JUEGO. Aficiones tempranas
Peligro: jóvenes ludópatas
SON CHICOS SIN UNA VALORACIÓN REAL DEL DINERO, QUE NO MIDEN LAS CONSECUENCIAS DE SUS ACTOS Y LES ATRAEN LAS SITUACIONES DE RIESGO
Domingo 13 de Junio del 2010
En los últimos días nuestras pantallas se han visto invadidas por las imágenes de una joven de 21 años, jugando y apostando dinero en un casino a altas horas de la madrugada. A muchos padres les ha sorprendido el caso de Stephany Flores, vilmente asesinada, quien a su corta edad, al parecer, era visitante regular de este tipo de locales. Sin embargo, estas aficiones son comunes en muchos jóvenes.
“No se puede hablar de un perfil determinado: suelen ser jóvenes que tal vez en algún momento han abusado de videojuegos o que tienen una mayor predisposición a engancharse a los juegos de azar, afirma Luis Espinoza, psicólogo especialista en adicciones.
El nivel económico no tiene que ver en este caso. Lo que importa es cómo se valora el dinero en relación a cuánto se tiene: “El ludópata se caracteriza por usar el dinero que no forma parte del gasto destinado a la diversión sino el que necesita para vivir o para comer”, asegura el psicólogo.
Por otro lado, cuando se va generando una ludopatía es común que el joven se aísle, ya sea por vergüenza o porque los amigos no comparten esa adicción. Por eso suelen esperar a estar solos para recurrir al juego y se escapan a altas horas de la noche para ocultarlo. “Intentan encubrirlo hasta el final”, detalla Espinoza.
El experto sostiene que la ludopatía sí puede llevar al uso de drogas o estimulantes, ya que estos permiten estar despierto por largo tiempo o combatir la ansiedad, y así jugar por largos períodos durante varias noches seguidas.
Milton Rojas, psicólogo clínico con un máster en drogodependencias y responsable del programa Lugar de Escucha de Cedro, afirma que el tratamiento debe verse siempre desde muchos aspectos: “De una manera asociada o paralela, hay cuadros psicológicos evidentes: ludopatía y depresión, ludopatía y trastorno social, ludopatía y déficit de atención o hiperactividad, etc. El tratamiento, en ese sentido, tiene que ser multidisciplinario. Se tiene que abordar el asunto desde un punto de vista psicológico, psiquiátrico y social”, explica el especialista.
viernes, 7 de mayo de 2010
lunes, 12 de abril de 2010
Orientación y Consejería,
ENTENDIMIENTO. Brecha generacional
Es hora de negociar en casa
¿CÓMO DETENGO LOS CONFLICTOS CON MI HIJA MAYOR DE EDAD? LA CLAVE ES HACER UN TRATO DE ADULTO A ADULTO SOBRE LAS REGLAS FAMILIARES
Domingo 11 de Abril del 2010
Mayor de edad, vive con sus padres, tiene conflictos con ellos porque discrepan sobre sus horarios de regreso a casa los fines de semana, entre otros temas. ¿Le parece conocido el perfil? ¡Seguro! Lima está inundada de jóvenes que dependen económicamente de sus padres, pero viven en un eterno conflicto con ellos porque, por un lado, no quieren ser gobernados por papá y mamá y, por otra parte, papá y mamá quieren que se ciña a sus reglas. ¿Imposible negociar?
“Este tipo de jóvenes debe entender que el hecho de vivir en casa de sus padres implica regirse bajo ciertas normas. Así de simple. Por otro lado, también los padres deben entender que los tiempos han cambiado y, por eso mismo, mostrarse más flexibles, en la medida en que las conductas de sus hijos no caigan en excesos y no atenten contra los valores de la familia”, opina el psicólogo Manuel Saravia, director del Instituto Guestalt de Lima.
La situación se pone más difícil cuando el joven trabaja y aporta a la economía familiar o sostiene el hogar él solo. En ese caso, se siente con más derecho a hacer de su vida lo que quiera y los padres se sienten menos capacitados para quejarse de ciertas conductas.
SENTÉMONOS A NEGOCIARPor eso Saravia remarca que es necesario conversar, pero no solo expresar ideas para que luego cada uno continúe aferrándose a sus creencias, sino con el fin de negociar. “Negociar implica encontrar un punto medio, establecer un contrato de adulto a adulto que implica un compromiso de ambas partes. En la medida en que la situación se haga insostenible, el joven tendría que evaluar una independización completa y, en caso de realizarse, que sea en los mejores términos, sin herir a nadie”.
EXCESO DE PROTECCIÓNPor su parte, el psicólogo Dante Jacobi observa que muchas veces el origen de estos desacuerdos puede estar en un exceso de protección, lo cual crea lazos de dependencia que no permiten formar personas autónomas ni proactivas. “Conforme los hijos crecen, hay que delegarles responsabilidades gradualmente, cada vez mayores. Al llegar a los 18 deberían tener un buen patrón de conducta. Hay que comunicarse siempre. Pero muchas veces la conversación se limita a la pregunta: ¿Qué tal te fue en el colegio?” y a la típica respuesta “bien”. Los padres necesitan conocer a sus hijos y confiar mutuamente”.
Lo ideal sería que los lazos comunicativos se formen en la niñez temprana y se mantengan siempre. Que los padres evolucionen con el tiempo, junto con sus hijos, de modo que conozcan su mundo y hagan cosas juntos. Así será más fácil que padres e hijos compartan un patrón de valores, que no se defrauden y lleguen a acuerdos con mayor facilidad.
Más allá de los pleitosLos padres deben construir espacios de diálogo con sus hijos.
Pensar que un joven va a regresar de una discoteca a las 2 de la mañana es irreal, porque las fiestas en Lima comienzan a las 12 de la noche.
Muchos jóvenes se quejan de que la mamá los llama constantemente cuando están en una reunión. Parte del contrato debería ser disminuir o erradicar esas llamadas. Parte del compromiso del joven debería ser llegar a la hora pactada o que avise si va a demorar.
jueves, 4 de marzo de 2010
Ciencias Sociales

El problema del empleo juvenil
Por: Héctor López Martínez Historiador
Jueves 4 de Marzo del 2010
Hace pocos días El Comercio conversó con la ministra de Trabajo, Manuela García, sobre un asunto sin duda alarmante. Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo juvenil en Lima Metropolitana llegó al 16,8% en los tres primeros trimestres del 2009, frente al 5,9% registrado entre los adultos, en el mismo lapso. Estas cifras nos mueven a serias reflexiones, ya que según el Ministerio de Trabajo dos de cada tres desempleados en nuestra capital son jóvenes.
El asunto del trabajo de los jóvenes adquiere cada vez mayor protagonismo en los países de la región y también en el Caribe, tanto por la contribución que ellos pueden brindar al crecimiento económico de nuestros países, en este caso de América del Sur, cuanto por las tasas de desempleo juvenil, ya señaladas, en nuestro centro urbano más poblado, que también se pueden observar en otros países económicamente exitosos.
En la promoción de un modelo de desarrollo equitativo y con vocación de subsistir, es absolutamente indispensable y prioritario contar con políticas encaminadas a que los jóvenes puedan acceder a un trabajo digno. Esto cobra más importancia en el ámbito latinoamericano donde, según señalan connotados estadígrafos, hay más jóvenes que nunca en el marco de nuestra historia. Los expertos señalan que esta tendencia solo se mantendrá hasta el año 2015, en que la tasa de crecimiento demográfico disminuirá.
Se requiere enfrentar el problema del empleo juvenil de inmediato y la ministra Manuela García ha hecho el anuncio que se invertirán doscientos diez millones de nuevos soles para implementar el Plan Sectorial de Empleo Juvenil hasta el 2012. Con ese dinero se espera brindar apoyo a 332 mil jóvenes cuyas edades oscilan entre los 15 y 29 años. La ministra García dijo también que durante el Foro América Latina, Caribe y Unión Europea (ALC-UE) se remarcó la importancia de impulsar políticas públicas y programas orientados a incentivar a los jóvenes a ingresar y concluir una educación básica de calidad, peldaño previo indispensable para obtener un trabajo digno.
Sobre este particular debemos mencionar que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo ha aprobado el Plan de Acción Sectorial de Empleo Juvenil 2009-2011, que viene contando con la asistencia técnica del Proyecto Regional de Empleo Juvenil en América Latina (Prejal) y recibirá también el apoyo del Programa Conjunto de la ONU, Juventud, Empleo y Migración. Es según hemos podido saber el primer plan de acción que se aprueba en la región y se sustenta en cuatro ejes: empleo, iniciativa, dotes empresariales y equidad. Esta experiencia demandará una inversión pública de más o menos 70 millones de dólares en tres años.
Lo antes mencionado es alentador pero no suficiente. Guillermo Dema, especialista de la OIT en materia de empleo juvenil, toca otros puntos neurálgicos que necesitan atención: pese a que hoy en día las mujeres jóvenes están mejor preparadas que los hombres, siguen siendo discriminadas al momento de llenar una plaza de trabajo. También continúa la desprotección laboral juvenil. En el Perú, de cinco jóvenes, cuatro trabajan en condiciones precarias. Este panorama no puede ser obviado por los candidatos a la presidencia en las elecciones del 2011. Es un asunto de primordial importancia: empleo digno para los jóvenes peruanos encargados de forjar el presente y el futuro de nuestra patria.
martes, 1 de diciembre de 2009
Orientación y Consejería, Persona, Familia y Relaciones Humanas
Barras, pandillas y seguridad ciudadana
Por: Gabriel Prado *
La trágica muerte de Paola Vargas trajo al debate nacional un tema de especial preocupación: el impacto de las barras bravas y las pandillas juveniles. Nada nuevo a decir de muchos, quienes semana a semana se sienten cercados y acosados por el despliegue violento de estos grupos juveniles.
Los días se han sucedido al igual que la multiplicidad de propuestas. Estas varían en una dicotomía que por momentos puede resultar absurda y aplicable a todos los temas vinculados a la inseguridad ciudadana. Tolerancia cero o tolerancia infinita. Falso dilema que no permite leer con serenidad el problema y encauzar las soluciones de manera seria y responsable.
La violencia juvenil no es problema que afecte solo a los peruanos, es una realidad que afecta a todos los países de la región; algunos han experimentado medidas fallidas y en otros estas han alcanzado relativo éxito. En el Perú se ha iniciado la discusión sobre el posible desborde de la violencia juvenil.
El impacto de la violencia juvenil no se puede descontextualizar, no es un hecho aislado. Es un serio indicador del creciente deterioro de la seguridad en nuestra ciudad. Es conocido que uno de los principales problemas sindicados como perturbadores de la tranquilidad pública es el accionar de las pandillas juveniles. El nivel de virulencia, el consumo desmedido de alcohol y drogas y la anuencia cómplice de la sociedad en general son un campo perfecto para sembrar el miedo y convertir los espacios públicos en campos de enfrentamiento.
Durante las últimas semanas se han repetido hasta la saciedad diferentes propuestas y alternativas. Cito algunos ejemplos:
“La violencia juvenil se combate con leyes más duras”. La normativa en materia de seguridad existe. Es cierto que falta cubrir algunos vacíos, pero con las normas que existen se puede encarar el problema. Si se aplicará correctamente la Ley 26830, que regula la seguridad ciudadana en espectáculos deportivos, se podría sancionar con severidad a quienes alteran la tranquilidad y el orden y a su vez hace responsable a los clubes de los daños materiales que sus socios ocasionen.
“Los adolescentes y jóvenes no pueden ser sancionados”. La construcción de una ciudadanía plena presupone que todos los adolescentes y jóvenes en nuestro país sean responsables de sus actos y las contravenciones a la ley deban ser sancionadas de acuerdo con una gradación. Orientarse hacia un sistema de responsabilidad penal juvenil, que considera desde la amonestación verbal, pasando por medidas socioeducativas, hasta la privación de la libertad, echa por tierra el argumento idealizado de que los jóvenes son impolutos.
“Las Fuerzas Armadas pueden combatir las barras bravas”. Invocar la participación de las FF. AA. es restar importancia y profesionalismo a la Policía Nacional para enfrentar el problema. Las experiencias exitosas desarrolladas por la policía dan cuenta de que sí están preparadas para encararlo. Pueden claramente conjugar estrategias y mesurar el uso de la fuerza.
“Restitución del servicio militar obligatorio”. Fortalecer la institucionalidad de las Fuerzas Armadas supone que todo el personal militar tenga capacidad e idoneidad para el cumplimiento de sus funciones. Los cuarteles no deben ser vistos como “reformatorios”. Por el contrario, deberían invitar a que los jóvenes voluntariamente encuentren en la formación militar una vía para el desarrollo personal. Los alcaldes que han propuesto esta iniciativa deberían preocuparse más por hacer que las oficinas de participación juvenil de sus municipalidades dejen de ser espacios aislados de la estructura municipal y se conviertan en espacios de escucha y creatividad de proyectos para adolescentes y jóvenes.
Empadronar a los barristas y no regalar entradas es otra de las medidas planteadas. Toda organización debe tener un mínimo de control sobre sus agremiados. El registro y control es una medida saludable que de implementarse de manera correcta contribuiría con la solución del problema. Pero los hechos van más allá de los límites de los estadios. El despliegue de las barras atraviesa urbanizaciones y distritos. Por lo tanto, el tema deja de ser estrictamente deportivo y se convierte en un asunto de seguridad pública.
No importa quién gana el clásico del fútbol nacional, menos importa quién campeona en el descentralizado. Lo importante es que el futbol y los demás espectáculos se conviertan en espacios de distensión y no en campos de enfrentamiento y violencia. [*] Investigador en temas de seguridad
viernes, 13 de noviembre de 2009
Orientación y Consejería, Pwersona Familia y Relaciones Humanas, Enfermería
PREVENCIÓN EN LA ESCUELA Y EN EL HOGAR
¿Cómo evitar que su hijo o alumno consuma drogas?
Pese a la diversidad de opiniones sobre cómo el adolescente se inicia en el consumo de las drogas, el factor común es que estas están en los círculos sociales de la juventud con más fuerza. Es por eso que hay que estar alertas ante algunos factores que pueden hacer aun más vulnerables a los escolares en estos ambientes. El manual que publicó Devida esta semana señala algunos de estos indicadores.
1 Tomar en cuenta el nivel de autoestima que tiene el adolescente
La actitud que los jóvenes tienen hacia ellos mismos es básica para desarrollarse en los grupos sociales. Un joven con autoestima alta cree firmemente en ciertos principios, no pasa mucho tiempo preocupándose, tiene confianza en sí mismo y no se deja manipular por los demás. Un escolar que tiene hipersensibilidad ante la crítica y un deseo innecesario de complacer puede tender a refugiarse en las drogas.
2 Observar y cultivar la asertividad en el escolar
Un adolescente asertivo no oculta lo que piensa y lo expresa de manera clara. Si la situación amerita un no como respuesta, el menor tiene la capacidad para comunicar este sentimiento sin temor a ser rechazado. En el manual entregado por Devida muestran algunos ejemplos de cómo educar para que el adolescente elija por sí mismo, como el ofrecer alternativas ante proposiciones incómodas y sencillamente decir un no rotundo.
3 Tener en cuenta la firmeza que utilizan en la toma de decisiones
El estilo en el momento de tomar decisiones es básico para enfrentar situaciones de peligro, como en el caso de las drogas. Hay que tener en cuenta si el escolar tiene un modo impulsivo y dependiente al elegir. Hay que estimular un estilo más autónomo y racional, que analice las consecuencias.
4 Educar sobre los efectos de este consumo
El manual de Devida señala algunas actividades que pueden realizarse en el salón de clases desde el primer grado de primaria hasta quinto de secundaria. En el caso de los adolescentes, los talleres de conversación y sensibilización sobre las drogas y sobre los daños que ocasionan son efectivos.
5 ¿Qué hacer si ya es un consumidor?
Lo primero es no alarmarse y reconocer en qué momento del proceso de adicción está el menor. No hay que rechazarlo, pero sí demostrar desaprobación por esta conducta.
jueves, 13 de agosto de 2009
Ciencias Sociales
PREOCUPANTE CONCLUSIÓN DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE TRABAJO
Tasa de desempleo juvenil es tres veces mayor a la de los adultos
Para revertir cifras recomiendan poner énfasis en la capacitación
En América Latina más de 30’000.000 de jóvenes trabajan en actividades informales, en las que frecuentemente la remuneración es menor que el salario mínimo, reveló un reciente informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
En el Perú, el escenario presenta el mismo panorama sombrío. Según este organismo, más de un millón de jóvenes están desempleados, mientras que la tasa de desempleo juvenil llegaría al 18%, aproximadamente.
Sin duda, se trata de una cifra preocupante porque nos indica que la tasa de desempleo juvenil es tres veces mayor a la de desempleo de los adultos.
Pero no solo eso. La OIT reveló que los jóvenes tienen menos protección social en salud y pensiones y que muchas veces desempeñan trabajos familiares no remunerados o trabajos precarios que no aportan significativamente a su desarrollo.
En términos remunerativos, la situación es poco alentadora. Un joven gana el 56% de lo que gana un adulto promedio. ¿La razón? En muchas ocasiones, su desenvolvimiento es limitado por factores que lo restringen como: abandono escolar, embarazos no deseados, entornos familiares y círculos sociales nada favorables, entre otros. Para Gustavo Yamada, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, la falta de experiencia y de acceso a una red de contactos hacen que los jóvenes tengan mayores dificultades de insertarse en el mundo laboral.
“Si no han recibido capacitación adecuada y han tenido una educación deficiente, difícilmente podrán ser absorbidos por el mercado”, explicó.
El consejero técnico principal del Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (Prejal), Luis González, señaló que el grupo de jóvenes que se encuentran en la informalidad es al que se le debería poner mayor atención, pues en caso de que no estudien ni se capaciten, carecerán de posibilidad alguna de acceder a un trabajo bien remunerado en cualquier fase de su vida.
¿QUÉ HACER?
Yamada manifestó que el mejor camino para reducir la tasa de desempleo y lograr que los jóvenes accedan a un empleo bien remunerado es impulsar los programas de empleo temporal tipo Pro Joven: que ponen especial énfasis en la capacitación.
Según la ministra de Trabajo, Manuela García, este proyecto ya se implementa. Ayer reveló que a través del programa de su ministerio Construyendo Perú se invertirán S/.90.000 para dar empleo temporal a 200 jóvenes entre 18 y 29 años de las zonas y barrios aledaños al cerro San Cristóbal. El objetivo es que participen en la recuperación urbano-ambiental de ese lugar.
No obstante, hasta el momento la ministra García no ha dado los alcances de los primeros resultados del Plan Nacional de Empleo Juvenil (lanzado en julio del 2008) y cuya meta era reducir la tasa de desempleo juvenil en un 50% hasta el 2015. Esta iniciativa, que se trabajó con la asesoría técnica del programa especializado de la OIT (Prejal), es una de las primeras que se han impulsado en América Latina.
LAS CIFRAS
6’000.000
De jóvenes viven en el Perú, de los cuales cerca de un millón están desempleados.
14,26%
Era la tasa de desempleo juvenil, según la OIT, en el 2007.
17,4%
Es la cifra registrada por el INEI para el desempleo juvenil en el segundo trimestre del 2009. Ello revela un aumento de este indicador en los últimos dos años.
50%
Sería la reducción de la tasa de desempleo juvenil, de acuerdo con el gobierno, hacia el 2015.
1
Proyecto para insertar a jovénes en desventaja ha implementado Prejal en el Perú.
miércoles, 24 de junio de 2009
Orientación y Consejería, Enfermería, Persona, Familia y Relaciones Humanas
PREOCUPANTE ESTUDIO EN EL PERÚ
Consumo de drogas empieza a los 12 años
El 9% de los escolares de secundaria ya las ha probado. En zonas rurales la adicción se ha incrementado en más de 200%
“En el Perú la edad promedio en la que se empieza a consumir drogas es a los 12 años”, reveló ayer Rómulo Pizarro, presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
A propósito de las actividades por el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, este viernes 26 de junio Devida presentará un estudio sobre el consumo de drogas en el Perú, realizado a partir de 65 mil encuestas a escolares de secundaria de todo el país.
“En las zonas rurales, donde no se realizan labores preventivas, el consumo aumentó en más de 200%. En cambio, Lima y Callao, y la mayoría de ciudades del país, han mantenido el índice de consumo con respecto a un primer estudio que realizamos en el 2006”, indicó Pizarro.
Según el presidente de Devida, las drogas ilegales más consumidas son la marihuana y la cocaína, cuyo uso se ha incrementado en las provincias donde existen cultivos ilegales de hoja de coca, como el valle del Monzón (Huánuco).
NECESITAN ORIENTACIÓN
Un 9% de los escolares de secundaria del país ya ha consumido drogas ilegales y un 60% las drogas legales (como el alcohol y el tabaco), según Alejandro Vassilaqui, director ejecutivo del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
“Lo que se necesita es que los jóvenes cuenten con mayor información sobre qué son las drogas. Son los mismos padres los que deben brindársela”, indicó Vassilaqui.
PRECISIONES
El Perú es el segundo productor de cocaína en el mundo, según Devida.
Un gramo de marihuana puede costar S/.9 y una dosis de cocaína S/.0,50, según Cedro.
En Lima y Callao se ha incrementado el consumo de alcohol y tabaco en escolares.
En el 2008 hubo 8.536 accidentes de tránsito relacionados con drogas.
En el 2007 hubo 8.200 denuncias por delitos asociados al consumo de alcohol y drogas.
Se ha incrementado el policonsumo en los jóvenes (mezcla de varias drogas).
En el 2008 se destruyeron más de 61 toneladas de plantaciones de marihuana y 23 hectáreas de amapola.
Cedro cumplirá 23 años este viernes en la prevención del consumo de drogas.
viernes, 26 de septiembre de 2008
El Comercio del 26 de setiembre del 2008
Rafo León, los hippies y los yuppies
Por Rafo León
Mi generación, la setentera, cultivó junto con la marihuana en macetas, una serie de valores anarquizantes y contestatarios que se expresaban ruidosa y coloridamente en una manera de vestir, de interpretar música, de amar, de dejar de hacer lo que nuestros papás querían que hiciésemos. El hipismo, surgido en el Liverpool de The Beatles y en el campus de las universidades californianas, propugnaba entre otras cosas el no ejercicio de la competencia en ningún orden de cosas, sobre la idea de que cada ser humano es lo que es, libremente, y no tiene que andar dejando los nervios en trifulcas por el poder, el dinero o la fama, que lo único que producen es neurosis, paranoia y gastritis. Esa manera de ver y de vivir a mí me marcó lo suficiente como para pretender extender mi juventud a etapas de la vida en las que hay que tomarse las cosas más en serio y colocarse en un escalón llamado madurez, al que no me fue fácil arribar, si es que he conseguido hacerlo. Lo dudo.
Para una persona así, con las ideas largas aún cuando estuviera desapareciéndole el pelo de la cabeza, la aparición de los yuppies, a fines de los años 80 e inicios de la década siguiente, fue como si una legión de marcianos aterrizara en la Plaza Mayor de Lima. También venidos del norte anglosajón, los yuppies eran unas cosas vestidas iguales entre sí, que hablaban todo el tiempo del mercado, la bolsa, el costo-beneficio y el valor agregado. Ellos, de terno sport con pantalón caqui y blazer azul, parecían haber renunciado deliberadamente a la cultura y se preciaban de ser unos absolutos ignorantes en todo lo que no fuera práctico. Ellas, de sastrecito oscuro y pañuelo Hermes --comprado en el duty free-- sobre los hombros, andaban por la vida comparándose con los demás como si el asunto se tratara de una carrera de obstáculos. Hay que recordar que en la Norteamérica postsetenta, el yupismo aparece no solamente como una reacción contra el desestabilizador hipismo sino también como una nueva y peculiar forma de ejercicio democrático. Léase: todos somos iguales en el parador, las diferencias las pone la competencia.
Pero Lima es Lima y como tal, asumió el yupismo en ciertos aspectos pero omitió otros que curiosamente son los que tenían que ver con el comportamiento democrático y la equidad en el parador. Los jóvenes limeños de ese entonces, al menos los que yo recuerdo, se vestían idéntico entre ellos y hablaban las mismas cosas, pero desde la certeza de que todos somos iguales ante la lucha por la vida, solo que hay algunos más iguales que otros. De esta forma, 'moderno' era aquel limeño recién salido de la pubertad, formado en Harvard, que tenía la cabeza llena de Dow Jones y Merrill Lynch pero a la vez, demostrando que la cuadratura del círculo es parte de la rutina capitalina, ese muchacho, esa chica, los representantes de la nueva generación de competitivos profesionales sin atavismos racistas, componían una logia superlinda porque no había cholos en el entorno que molestaran como pelos en la sopa.
Trabajé alguna vez con yuppies limeños. Me producía flatos escucharlos conversar. Por ejemplo, discutían sobre cómo maximizar las utilidades de una transnacional en África Central. Uno decía que así, la otra que asá. Hasta que un tercero anotaba, "pucha, eso ya lo escribió Schumpeter", a lo que el resto respondía, "punto para ti". Es que vivían acumulando puntos, como en tarjeta Bonus. Eran republicanos en tiempos de Fujimori, blancos anglosajones con Martha Chávez de presidenta del Congreso, futuros millonarios con el 53% de la población peruana en pobreza extrema, democráticos a más no poder siempre y cuando la muchacha les recogiera las medias del piso del cuarto y un guachimán sin apellido les protegiera la puerta del edificio. Seamos justos. El hipismo limeño tampoco fue flor de igualdad ni quintaesencia de inclusión. Recordemos que la suspensión del concierto de Santana fue vivida por los jóvenes limeños como una agresión de sanmarquinos indigestos. Pero al menos esos muchachos y chicas setenteros teníamos el humor suficiente como para andar por las calles sin zapatos y la cabeza llena de flores. Los yuppies, en cambio, limeños fueron. Y limeños son los que quedan, que aún andan por allí, acumulando puntaje.